Cuatro familiares que traían a simpapeles  a sus clubes de alterne se libran de prisión

MASIDE

Las mujeres eran captadas en Sudamérica y llegaban a Peinador como falsas turistas

09 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuatro familiares aceptaron ayer una condena de 18 meses de cárcel, que no tendrán que cumplir, por haber captado a cinco brasileñas y dos venezolanas y traerlas a España para trabajar como prostitutas en los clubes de alterne Goldfinger de Mougás, en Oia, 

Ninfas de Maside y Corzo de Verín entre el 2011 y el 2013. Las mujeres llegaban en avión a París como falsas turistas, tomaban otro vuelo a Vigo, Santiago o Asturias y luego la banda las trasladaba para trabajar en los clubes. Debían saldar una deuda de 2.500 euros mediante el ejercicio de la prostitución. 

Los implicados son el responsable de los tres establecimientos, A.G.I., su hijo A.G.F., y su nuera S.G.S., y otra hija S.G.F.. Una quinta cómplice, M.C.A., quedó absuelta. Los acusados se declararon culpables de los delitos de pertenencia a grupo criminal e inmigración clandestina con ánimo de lucro en una vista por conformidad que se celebró ayer en la Quinta Sección de la Audiencia de Pontevedra, con sede en Vigo.

El tribunal suspendió inmediatamente la condena de cárcel para los tres acusados que jugaban un papel secundario a condición de que no vuelvan a delinquir durante dos años mientras que el cabecilla podrá sustituir la cárcel por una multa cuya cuantía se decidirá cuando se ejecute la sentencia.

El fiscal pedía inicialmente 36 años de cárcel en conjunto para los cinco procesados pero después rebajó la petición de pena porque les benefició con la atenuante de reparación del daño. Antes del juicio, abonaron 9.000 euros de indemnización en conjunto a las dos testigos protegidas del caso. 

También hubo una rebaja de las penas, según expertos consultados, porque la ley ha cambiado y es más exigente a la hora de que la acusación describa los conceptos relacionados con la explotación sexual y la valoración de las pruebas. Para la defensa, la acusación formulada inicialmente era «exagerada».

 La banda también pierde los 8.000 euros que requisó la policía en sus establecimientos, así como los pasaportes y fotocopias de DNI que los agentes hallaron en su poder.

La red  disponía de cuatro sociedades para gestionar los clubes. Contaba con una red de reclutadores en Brasil que captaban a las mujeres y organizaban los viajes a España. Una madre y su hija brasileñas que iban a embarcar para Europa se arrepintieron en el último momento y cancelaron el vuelo. En Brasil, el juzgado de Vara, en el estado de Goiana, ha abierto una causa contra cinco reclutadores. En el aeropuerto de Peinador, un miembro de la banda iba a recogerlas, les daba alojamiento y les explicaba las normas de los clubes. Los horarios eran fijados por la casa, no les abonaban salarios por los pases efectuados ni por las copas vendidas hasta que hubiesen pagado y amortizado hasta el último céntimo de su deuda. Dos venezolanas que llegaron por Lavacolla fueron trasladadas en taxi hasta el club Ninfas y luego cambiaron a otros locales.

La Fiscalía sostenía que la entrada ilegal en territorio Schengen para trabajar en los clubes de forma irregular colocaba a las mujeres en una situación de gran vulnerabilidad.