Dicen algunos expertos (seguro que hay otros que aseguran exactamente lo contrario) que fue un error ubicar la única estación de esquí de Galicia en Manzaneda. Afirman que la mayor altitud y las especiales condiciones climatológicas de Pena Trevinca hacían de ese lugar el ideal para ello, pero que otros intereses jugaron a favor de la ubicación finalmente elegida.
Sea como sea, lo cierto es que la estación de montaña de Manzaneda siempre ha sido objeto de polémicas. La falta de nieve ha sido históricamente un problema que ahora pretende solucionarse con unos cañones de innivación artificial que costarán más de cuatro millones de euros a todos los gallegos. Se trata de una inversión exclusivamente pública, como lo han sido casi todas las realizadas en la estación en las últimas décadas. El capital privado en la sociedad propietaria de las instalaciones se ha reducido hasta un minimísimo 0,62 % tras retirarse las entidades financieras que formaban parte de su accionariado en el pasado. Está claro que la rentabilidad económica de la estación ha sido siempre un problema.
Ahora eso es responsabilidad prácticamente en exclusiva de la Administración pública, por lo que parece lógico que la sociedad rinda cuentas como otras entidades similares hacen en Galicia. Sin embargo, el Consello de Contas ha denunciado su opacidad. También parece razonable que la gestión de las instalaciones salga a concurso público, pero tanto la Diputación, gobernada por el PP, como el Concello de Manzaneda, por Anova, se opusieron. Aún queda mucho que cambiar.