«Llevamos galletas hasta en la guantera; cargamos todo lo que pudimos»

Fina Ulloa
Fina Ulloa OURENSE / LA VOZ

MACEDA

Santi Amil

Tres furgonetas y una pickup con remolque salieron de la localidad ourensana de Maceda para llevar ayuda y regresar con 24 niños con sus madres desde la frontera ucraniana

09 mar 2022 . Actualizado a las 16:39 h.

Tenían previsto salir a las nueve en punto de la mañana. Les quedan por delante casi dos días de viaje y no querían retrasarse, pero entre despedidas y recomendaciones, fue imposible arrancar antes de las 9.15 horas. Lo hicieron con sonrisas, con alguna inquietud por los imponderables que puedan surgir en el camino, pero con la ilusión de que van a llevar a Ucrania la ayuda de Ourense. En concreto, a los ucranianos en la frontera de Polonia. Será una pequeña muestra de la solidaridad ourensana, porque lo que ellos transportan fue reunido en apenas 24 horas, tras el llamamiento del alcalde de Maceda, Rubén Quintas, en redes sociales. Los residentes en este pequeño municipio ourensano y otros limítrofes desbordaron las previsiones y llenaron los cuatro vehículos de Protección Civil —tres furgonetas y una pickup con remolque— cedidos por los concellos de Vilar de Barrio y Baños de Molgas y la mancomunidad de O Ribeiro para la ocasión. «Llevamos hasta galletas en la guanteras, esperamos que no nos paren porque no sé como iremos de peso», especulaba el alcalde de Maceda a punto de iniciar una aventura que les llevará a cruzar cerca de 3.900 kilómetros por territorio europeo para entregar todo el material recogido en un puesto de la Cruz Roja ubicado en la frontera polaca con Ucrania. Los primeros cien kilómetros recorridos ya les indicaron que no va a ser un camino de rosas. «Encontramos ya nieve en A Canda y O Padornelo», señalaba a media mañana Quintas, para matizar que harán todo lo posible por cumplir la hoja de ruta que se han fijado. «La previsión es llegar en 40 horas, haremos una primera parada de descanso un poco más larga en Irún y antes, las que necesitemos para repostar porque con el peso que llevamos, lógicamente, consumiremos más combustible del previsto. Pero seremos prudentes», apuntó.

La ayuda reunida por los vecinos en apenas 24 horas desbordó las previsiones
La ayuda reunida por los vecinos en apenas 24 horas desbordó las previsiones Santi M. Amil

Y es que, si hacer llegar la ayuda es importante, aún lo es más completar la parte más importante de su viaje: regresar con 24 refugiados —niños y sus madres, según les han explicado en la asociación gallega que coordina la ayuda a Ucrania (AGA Ucraína)— el próximo sábado. No es la única expedición que se está organizando con este objetivo desde Ourense, pero sí la primera que se ha puesto ya en camino.

Los 24 refugiados que lleguen con esta expedición de Maceda pasarán los primeros días en hoteles que se han prestado de forma totalmente altruista a acogerlos. El objetivo es que estén lo más tranquilos posible para descansar, mientras pasan los reconocimientos médicos pertinentes y comienzan a trabajar los equipos de servicios sociales y de Cruz Roja que son quienes se encargarán de encauzar la siguiente etapa.

Una fase que pasa por la solidaridad de los propios vecinos de Maceda. «Dónde estar no les va a faltar. Es increíble la solidaridad que ha demostrado una vez más Maceda. Ha sido una maravilla la cantidad de ofrecimientos que tenemos para que puedan alojarse y eso nos sirve aún más de empuje para llegar lo antes posible allí y sacarlos de esa zona de riesgo», señalaba Rubén Quintas.

«Estoy orgullosa de mi padre»

Lara Rodríguez no pudo estar ayer en Maceda para despedir a su padre. Él es uno de los dos bomberos de Ourense que se han unido a la expedición y que, junto a otros cuatro miembros de los equipos de Protección Civil de Maceda y el alcalde, ejercerán de conductores y «de lo que haga falta» para regresar con éxito de este viaje solidario. «Creo que lo que están haciendo tiene mucho mérito. Me hubiera gustado ir con ellos, pero ya le he dicho a mi padre que en el próximo voy », señala Lara. «Estoy con las oposiciones de Física, que si no, no se iban sin mi», declara esta joven de 26 años que reconoce que ha recomendado a su progenitor «que hagan las cosas con cabeciña y con calma, que en estos casos la adrenalina por el reto de ayudar puede mucho». También le ha pedido que la llame siempre que tenga ocasión para estar al tanto, paso por paso, de la aventura. Recomendaciones muy parecidas a las que oyeron, muy seguramente, el resto de los integrantes de esta comitiva ourensana.