Ane ya es bien conocida en las carreteras ourensanas, donde ha completado muchas horas de entrenamiento y su aclimatación a una localidad como Maceda, en la que se respira ciclismo, fue óptima desde el inicio: «Me hace sentirme orgulloso también la forma en la que la han recibido. Ella se lleva muy bien con los vecinos y también con la gente del club. Viviendo aquí ha completado una campaña bastante exitosa en todos los sentidos».
Pablo era uno de esos chavales que madrugaba con los colores del Club Ciclista de Maceda para ver las hazañas de Hermida en los Juegos, pero ahora tendrá que reservarse al ambiente más íntimo para seguir a Ane, por la incidencia del virus: «Es una pena, porque mucha gente en Maceda va a estar muy pendiente de su carrera el domingo, pero no son fechas para correr riesgos así que aconsejamos que cada uno lo vea en su casa, aunque hubiera sido bonito reunir a la gente de la escuela».