El macedano Emilio Aguete acudió ayer al CHUO para ver a un septuagenario al que resucitó el mes pasado
27 oct 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Técnico de ambulancia del 061 en Pontevedra, el pasado día 13 Emilio Aguete regresaba a su casa de Maceda cuando en medio de la N-541 a la altura de Brués (Boborás) se encontró un coche parado en medio de la carretera y a una joven llorando y pidiendo auxilio. Una vez estuvo a la par del turismo, Aguete pudo ver cómo dentro había un señor con el cuerpo para atrás «y ya sospeché que era algo grave». Se bajó del coche y «veo que está en parada cardiorespiratoria, así que lo saqué del vehículo, lo puse en medio de la carretera y comencé a masajearlo», rememora. Llevaba cinco minutos con la reanimación cuando llegó la médica Tamara Carrete, cuyos padres poseen un restaurante en las inmediaciones, y juntos siguieron con el masaje cardíaco al paciente. Diez minutos más tarde llegó al lugar una ambulancia de servicios programados (la que lleva a los pacientes a diálisis), de la que Emilio pudo sacar el desfibrilador y dar una descarga al septuagenario. Unos tres minutos después, el hombre cogió pulso. «Estaba inconsciente, pero respirando», recuerda Emilio. Una ambulancia medicalizada se llevó después al paciente. Mientras, la Guardia Civil había tenido que cortar el vial al tráfico.
Manuel, así se llamaba el paciente, sigue en el hospital, recuperándose. Ayer Emilio y Tamara fueron a visitarle. «Fue muy emocionante. Es muy emocionante visitar a alguien a quien le has salvado la vida», resaltaba Emilio. Y añadía: «La mujer y la nieta nos decían que sin nosotros hoy no estarían allí».
Una historia con final feliz que desde el Concello de Maceda quisieron reconocer, haciéndole un reconocimiento público por su labor como profesional en el mundo de las emergencias.