La antigüedad del colegio de Maceda frena el acceso a una niña con parálisis

Maite Rodríguez Vázquez
Maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

MACEDA

Antonio Cortés Santos

El CEIP de Maceda se adaptó para una niña con parálisis, pero quedan limitaciones arquitectónicas

24 dic 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

Las barreras físicas siguen siendo un inconveniente para la familia de Xiana, una niña macedana de ocho años con parálisis cerebral que necesita silla de ruedas para moverse. Esta familia ha encontrado la solidaridad de su pueblo y también en el colegio y en el ayuntamiento están volcados para intentar ayudarle en todo lo posible, pero sigue habiendo barreras difíciles de salvar, en este caso por la antigüedad de los edificios.

El colegio de Primaria en el que estudia Xiana en Maceda se construyó hace 35 años y aunque ya se hicieron las actuaciones que eran posibles para facilitar la movilidad de la alumna, familia y comunidad educativa se topan ahora con que la nueva silla eléctrica que tendrá Xiana y que le dará más autonomía no le permite acceder a ciertas dependencias de la escuela, como la biblioteca. «A nena accede á súa aula e ao servizo pero non a todos os espazos», explica el director, Jesús Piñeiro.

El Concello de Maceda también está buscando soluciones técnicas a este problema, pero no es fácil por las limitaciones constructivas del centro, explicó el alcalde, Rubén Quintas. «Pensaron en poñer un montacargas pero non había oco onde adosalo. A instalación dunha rampa taparía a entrada de dúas aulas», detalla el director. De momento, su cuidadora, con la silla normal salva los tres escalones que le impiden llegar a esos espacios, pero con la eléctrica -de mayor tamaño y peso- no es posible.

Pero en el resto de la jornada, la familia de Xiana también encuentra dificultades. «Si la ciudad no está adaptada, imagínate un pueblo», dice la madre, Begoña Fidalgo Rodríguez. Pasos de peatones sin rebajar, sobre todo en el centro urbano, o entradas a establecimientos hosteleros que causan muchas dificultades son el día a día.

La familia dispone de un coche adaptado que costó 25.000 euros, y que se consiguió a través de una gala solidaria en la que se volcó todo el pueblo. Begoña Fidalgo solo tiene palabras de agradecimiento para el apoyo que recibe su hija en el colegio y también ha tenido buena recepción del alcalde para las cuestiones que le ha planteado.

EL camino de la integración