«Aún recuerdo cuando en Lobios había 400 niños en la escuela»

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

LOBIOS

Cándida Andaluz

Comercial Miguel cierra sus puertas tras cuarenta años dotando a la localidad de todo tipo de artículos de bazar

20 mar 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Cuando llegue el verano cerrará sus puertas Comercial Miguel de Lobios, el único y último bazar del municipio. José Miguel Ruiz Hermida llegó al concello de A Baixa Limia tras casarse, hace 42 años, y cogió el traspaso del negocio de los abuelos de su esposa, Ángeles García Movilla, que siempre lo acompañó en el comercio.

José Miguel era representante y durante un par de años, antes de ponerse al frente del comercio, estuvo viajando. «Era la época del embalse de Lindoso y los terrenos se pagaban muy bien. Compramos unas fincas y pasamos el comercio a otra zona», recuerda. Desde entonces ha surtido a los vecinos de Lobios de todo tipo de artículos: perfumería, ropa de hombre, mujer y niño, ferretería, mercería, calzado... Y en 1988, relata, comenzó con la prensa y las revistas. «Aún recuerdo cuando en Lobios había más de 400 niños en la escuela y éramos 5.200 vecinos», subraya para mostrar el trabajo que entonces había para un comercio como el suyo.

Ahora, subraya, la diferencia es abismal. José Miguel Ruiz Hermida deja el negocio porque se jubila y aunque podría aguantar un par de años más, cree que no es rentable. «Cada vez hay menos gente que compra. Está Internet, hay centros comerciales.... y la gente se desplaza más», dice. Comercial Miguel fue durante años referente en el municipio y fue un negocio con futuro. «Todo lo que tengo lo hice aquí», dice para afianzar esa idea.

Así, durante décadas, José Miguel vistió a muchos de los vecinos de Lobios y a todos ellos les está muy agradecido. «Aún tengo hoy bastante surtido, pero con la poca gente que hay y con una juventud que mira para otras cosas....».

A pesar de la situación, el paso de vecinos por la tienda es constante. «Sigo teniendo clientes y muchos que me piden que lo traspase, pero en los tiempos que estamos pienso que es mejor cerrar. No quiero pasar a una persona un negocio que no vaya a funcionar», subraya. «Muchos mayores se van a la residencia y ya no gastan nada. Y cada vez hay menos jóvenes y niños. Los que están cogen el coche a Ourense, a los centros comerciales, o viajan a Portugal, donde los negocios abren los domingos», resume para explicar la realidad comercial en el municipio. «Tengo asumido que cierro y que lo dejo. Mi papel comercial y laboral están cubiertos. Hace unos meses me daba pena y no me hacía a la idea. Ahora veo la falta de población, que no hay gente, y no veo futuro. Del dinero que ingresaba antes al de ahora hay mucha diferencia y eso es solo por la falta de población», añade.

Detrás de las cuatro décadas de Comercial Miguel hay muchas horas de esfuerzo: «Llevo desde el año 1988 abriendo los sábados todo el día y los domingo y festivos por la mañana. Cuarenta años en los que no supe lo que eran diez días de vacaciones. Solo tuve 15 cuando me casé», relata.

Sobre los años de bonanza, explica que lo que más vendía era ropa de niño, en aquellos años de cuatrocientos escolares. «La época mejor fue de 1990 a 2005. No solo había niños aquí, sino también en el concello de Entrimo y vendía mucho material escolar. Hoy ya nada».

Cuando Comercial Miguel cierre, para siempre, nadie venderá en Lobios ropa, calzado, perfumes, productos de mercería como gomas, hilos y agujas, sábanas, juguetes... Todo en el mismo espacio.

A partir de ahora, José Miguel Ruiz Hermida piensa en viajar y en levantarse a la hora que quiera. En disfrutar de los días festivos. «Durante todos estos años, las puertas de Comercial Miguel abrieron a las 7.55 horas», recuerda. En breve cerrará parte de la historia de Lobios, que hoy está de liquidación.