Cuando Comercial Miguel cierre, para siempre, nadie venderá en Lobios ropa, calzado, perfumes, productos de mercería como gomas, hilos y agujas, sábanas, juguetes... Todo en el mismo espacio.
A partir de ahora, José Miguel Ruiz Hermida piensa en viajar y en levantarse a la hora que quiera. En disfrutar de los días festivos. «Durante todos estos años, las puertas de Comercial Miguel abrieron a las 7.55 horas», recuerda. En breve cerrará parte de la historia de Lobios, que hoy está de liquidación.