El sospechoso admitió que entró disfrazado con una peluca, una careta y unas gafas y que amenazó a la empleada con un arma
10 ene 2020 . Actualizado a las 05:00 h.En cuatro años y tres meses de prisión quedó fijada este jueves la condena para un acusado que, en el juzgado de lo penal, se reconoció autor del atraco ocurrido en una sucursal bancaria de A Conchas, Lobeira, el 3 de enero del 2019. José S. S., recluido en la prisión de Teixeiro, confesó haber entrado con una pistola en la oficina del Banco de Santander, disfrazado con una peluca, unas gafas de sol y una careta, y haberse llevado un botín de 5.400 euros tras amedrentar a la trabajadora del establecimiento.
Las pruebas de cargo que se reunieron en contra del atracador durante la investigación facilitaron que las partes llegaran a un acuerdo de conformidad en el que el imputado reconoció su responsabilidad en un delito de robo con intimidación, en el que se han aplicado dos circunstancias agravantes. Por un lado, la condición de reincidente del sospechoso, al que le constan condenas por hechos similares, y por otro el de haber utilizado peluca y careta para dificultar su identificación, algo que se considera como un agravante de disfraz.
Y es que ni siquiera ese atuendo impidió que las fuerzas de seguridad detuvieran al sospechoso día después del atraco en As Conchas. De hecho, cuando tuvo lugar este suceso, ocurrido a las doce y media del mediodía, los agentes de la Brigada de Patrimonio de la Guardia Civil de A Coruña ya le seguían la pista a este sospechoso porque consideraban que podía estar detrás de otro atraco ocurrido en la localidad de Vilardevós apenas días antes, así como de otros delitos similares ocurridos en la provincia de A Coruña. Su agenda, de hecho, parecía un no parar ya que José S. S. fue arrestado poco después del atraco en Lobeira, cuando se disponía a perpetrar, presuntamente, otro golpe en una oficina bancaria situada en la provincia coruñesa. En el coche en el que se hallaba el sospechoso se localizó una bolsa de plástico en la que se encontró la peluca, las gafas de sol y la máscara que habían sido utilizadas en el robo anterior, así como la pistola. Se cerró el círculo.
Dada la conformidad del acusado con los hechos -también fue grabado por las cámaras de seguridad de la oficina bancaria- la Fiscalía de Ourense rebajó ligeramente la petición de pena, que finalmente quedó en cuatro años y tres meses de reclusión. También se estableció que el acusado pague el dinero que se llevó en el atraco y de hecho la entidad bancaria está personada en el caso como acusación particular. Aunque se sabe que en aquel atraco el acusado no actuó solo, sino acompañado de otro hombre que conducía el coche, ese otro sospechoso no ha podido aún ser juzgado.