La desestacionalización de los incendios, y también de las nevadas, está teniendo consecuencias indeseadas en algunos cursos fluviales ourensanos, como el del río Fragoso, en el municipio de Lobeira. En este concello hubo un incendio a finales de marzo, que dejó teñidas de cenizas los montes de la parroquia de San Xes de Vilariño. También hubo en febrero incendios en la zona de Parada de Montes.
Las nevadas de los últimos días, unidas a la lluvia más reciente que derritió la nieve, hizo que esa ceniza acabase bajando hasta los regatos, explicaba el alcalde Antonio Iglesias. En la unión de uno de estos arroyos, el Porto, con el río Fragoso, a la altura de A Lamela se acumularon restos de ceniza arrastrada de los incendios, lo que fue interpretado por algunos en las redes como vertidos de purines de cerdo. Algo erróneo según el regidor, que mencionó que la acumulación de ceniza se dio solo en los remansos de agua, pero que el cauce del Fragoso discurre limpio.