Cuatro ayuntamientos ourensanos tienen más farolas que habitantes

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

LOBEIRA

MIGUEL VILLAR

En los municipios con más población hay un punto de luz por cada cinco vecinos

04 mar 2018 . Actualizado a las 12:58 h.

El de las farolas no es un tema menor para la gestión de los ayuntamientos, ni política, ni económica ni socialmente. En el año 2009, La Voz de Galicia informaba, por ejemplo, de que el exalcalde de A Veiga, Fernando Fernández, del PSOE, denunciaba que, tras ser relevado por una moción de censura, su sustituto, del PP, ordenó apagar seis farolas a la entrada de su pueblo. El de A Veiga es, precisamente, uno de los cuatro concellos de la provincia que tiene más farolas que habitantes.

La Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales (EIEL), que anualmente elaboran las diputaciones, concluye en Ourense que los 91 concellos de la provincia analizados (todos excepto el de la capital) tienen un total de 104.607 luminarias. En esos municipios residen 206.044 personas, por lo que cabría concluir que hay cerca de una farola por cada dos habitantes. Existen, en todo caso, muchas diferencias entre unos ayuntamientos y otros.

Los casos más llamativos son los de aquellos concellos donde hay más puntos de luz que residentes. Son cuatro (A Veiga, O Bolo, Calvos de Randín y Lobeira) y todos ellos son tienen características en común: un entorno rural y una población cada vez menor. Los pueblos pierden habitantes, pero hay que seguir iluminándolos. El Concello de A Veiga tiene 907 farolas para 1.032 vecinos, pero se trata del municipio de mayor extensión de la provincia (290,5 kilómetros cuadrados) y sus residentes están repartidos por una treintena de parroquias.

La dispersión de la población es uno de los principales problemas para este tipo de ayuntamientos a la hora de afrontar la iluminación pública. En los ayuntamientos que son cabeza de comarca una farola sirve para dar luz a muchos más vecinos que en núcleos de población situados en el medio rural. En O Barco de Valdeorras, por ejemplo, hay 13.581 vecinos y cada noche les iluminan 2.709 farolas, es decir, una para cada cinco personas. Datos similares se reflejan en la Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales en ayuntamientos como Barbadás, O Carballiño, Verín o Xinzo de Limia.

La mayor parte de los núcleos de población tienen ya medidas de ahorro energético

El Foro Gallego de Luminotecnia e Innovación Urbana calcula que los ayuntamientos gastan un 10 % de sus presupuestos en la iluminación pública. Dadas las circunstancias, un ahorro significativo en esa partida puede ser fundamental para el sostenimiento económico de las entidades locales y, de hecho, casi todas han puesto en marcha medidas para ahorrar en este ámbito, en gran parte gracias a las ayudas del Inega (Instituto Enerxético de Galicia). De los 2.068 núcleos de población analizados en la Encuesta de Infraestructuras y Equipamientos Locales que elabora la Diputación, solo 72 carecen actualmente de sistemas de ahorro energético. Según ese estudio hay 19 concellos ourensanos que tienen las luminarias de todos sus pueblos con ese tipo de medidas: Avión, Beade, Carballeda de Avia, Cartelle, Castrelo de Miño, Cualedro, Esgos, O Irixo, Larouco, Lobeira, Maceda, Manzaneda, Melón, Monterrei, Pontedeva, Ribadavia, Sarreaus, A Teixeira y Trasmiras.

Los ayuntamientos han puesto en marcha iniciativas como el encendido de farolas gracias a sensores de movimiento o el apagado de algunos puntos de luz (como ocurrió, especialmente al inicio de la crisis económica, en lugares como Allariz o A Rúa).