Los ladrones entraron en su casa para venderle una manta, lo retuvieron y le robaron los 927 que el anciano tenía en su poder
24 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.El vecino de Lobeira que con 87 baños fue víctima de un robo con violencia, que sufrió el día 3 de diciembre del 2011 en su propio domicilio, no llegó a ver ayer a quienes lo habían asaltado para robarle los 927 euros que tenía en su poder. Estaba muy débil cuando ocurrieron los hechos. Falleció sin poder comprobar cómo el castigo a las dos personas que lo amenazaron y lo robaron quedó en dos años de prisión, con lo que dependerá del juez pero cae dentro de lo probable que no lleguen a ingresar en la cárcel de forma efectiva.
Llegaron ayer a las dependencias judiciales de Ourense los ciudadanos portugueses Joao Joaquim Gama y María Julia Trinidade, acusados por un delito de robo con violencia en las personas y una falta de lesiones. Por el primer de ellos pedía la fiscalía cuatro años y seis meses de prisión para cada uno, mientras que por la falta la solicitud era de diez días de localización permanente, que limitaba a la mujer. Mostraron su voluntad de conformarse, por lo que el representante del ministerio público redujo a dos años de prisión su petición de pena. Aceptaron.
Vender una manta
Los acusados habían acudido a la vivienda de su víctima con la excusa de intentar venderle una manta. Al observar su estado de salud, que el fiscal detalla presentándolo como débil, desnutrido, deshidratado y con trastorno cognitivo, decidieron aprovecharse de la situación y apoderarse del dinero que tuviera en su poder. Lo sujetaron por los brazos, sin que el anciano pudiera oponer resistencia. Quedó María con él, siendo suficiente su intervención para retenerlo. Joao, mientras, registró la vivienda y localizó 927 euros, ocultos entre la ropa vieja y en el interior de un monedero. Huyeron a continuación en una furgoneta de color verde y con matrícula portuguesa que no llegó a ser identificado en aquel momento.
En la calificación de los hechos considera el fiscal que se debe aplicar la agravante de abuso de autoridad por el evidente diferencia entre ellos.