El agua llega a Catoira mezclada con cenizas y no es apta para el consumo

Susana Luaña Louzao
Susana Luaña VILAGARCÍA

LOBEIRA

MARTINA MISER

El Concello publicó ayer un bando informando de una situación que prevé se solucione hoy Los restos de los incendios entraron en un depósito del suministro municipal

04 oct 2006 . Actualizado a las 07:00 h.

RESTOS DEL TEMPORAL EN LOBEIRA. En la carretera de Lobeira eran patentes ayer los efectos de las lluvias sobre los montes quemados, con piedras y restos de árboles arrastrados por las aguas. El Concello de Catoira publicó ayer un bando en el que informaba a los vecinos de que, «debido á forte choiva desta noite e á vaga dos lumes pasados, a auga chega aos domicilios cunha cor escura ao misturarse coa cinza, polo que se informa de que non é apta para o seu uso e consumo». El alcalde, Alberto García, explicó horas después que, en realidad, la turbidez de las aguas había afectado únicamente a una parte de uno de los depósitos que surten de agua de la traída al municipio. Según el regidor, los torrentes de agua que bajaron estos días de los montes a causa de las lluvias habían provocado que las cenizas entraran en una de las partes de uno de los dos depósitos que el Concello tiene en el lugar de Tras da Veiga, en la parroquia de Catoira. Eso dio lugar a que en las casas que se surtían de ese depósito en concreto el agua llegara turbia, mezclada con cenizas, y que por lo tanto, no fuese apta para el consumo humano, de ahí que el Concello decidiese informar a los vecinos a través de un bando. Limpieza del tanque En la jornada de ayer los operarios ya vaciaron el depósito afectado, y a última hora de la tarde lo estaban limpiando con la intención de llenarlo posteriormente con agua limpia. «É de supoñer que o problema xa quede resolto hoxe, e que mañán a auga estea xa en condicións», índicó el alcalde de Catoira. Colectivos ecologistas y de personas relacionadas con el mar llevan semanas advirtiendo del riesgo de contaminación de las aguas al bajar de los montes mezcladas con ceniza por efecto de las lluvias. Hasta la fecha no había ningún indicio de que esa contaminación pudiese llegar a la comarca, pero lo ocurrido ahora en Catoira es una llamada de atención que alerta sobre esa posiblidad. Sin embargo, los bancos marisqueros parece que se van salvando de momento. Al menos ayer fueron consultadas algunas cofradías y no tenían constancia de que las aguas turbias hubiesen afectado al marisco.