Los vertidos al Támega amenazan a una ostra fluvial en peligro de extinción

SINDO MARTÍNEZ VERÍN / LA VOZ

LAZA

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Los ecologistas reclaman medidas contra el enlodamiento del lecho que puede acabar con la pesca

22 jun 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

Los vertidos de lodo al Támega producidos durante los últimos años están acabando con la fauna del río. Esa es la valoración de la Sociedade Galega de Historia Natural, que advierte de que especies únicas en Galicia y en peligro de extinción como la margaritífera margaritífera, una ostra fluvial presente solo en el Duero y en el Ebro en España, pueden acabar desapareciendo.

González indica que la margaritífera, un molusco bivalvo, existente en algunos países europeos y en EE.UU., es conocida por su longevidad excepcional (puede llegar a vivir 150 años), pero que está al borde de la extinción en España desde hace años. Como filtrador, acumula muchos tóxicos como metales pesados o plaguicidad, que lo pueden matar o dañar su capacidad de desarrollo y su reproducción.

«Es inadmisible lo que está sucediendo con esos enlodamientos. Lo que provoca es que el desove de los peces en el lecho quede anegado por los lodos que se depositan en el fondo», señala el presidente de la SGHN, Serafín González. Este doctor en biología remarca: «Es intolerable que dos administraciones, la Confederación Hidrográfica del Duero y la propia Consellería de Medio Ambiente, no hayan cortado de raíz estos vertidos tan dañinos».

González recuerda que «esto es más grave de lo que puede parecer. El Támega está integrado en la Red Natura 2000. Es un espacio especialmente protegido. Algunas empresas que trabajan en el AVE acumulan lodos tóxicos en balsas que pueden reventar y provocar estos vertidos tan dañinos al río».

Multas

El alcalde de Laza, José Ramón Barreal Novo, remarca: «El río se está quedando sin truchas en los últimos años. Es así de claro, es un proceso progresivo favorecido por el poco caudal y por esos vertidos de lodos que están matando a muchas especies». La Confederación Hidrográfica del Duero ha sancionado durante los últimos siete años con ocho multas a varias empresas del AVE por esos vertidos, pero esas sanciones no han superado nunca los 10.000 euros y algunos de ellas apenas han llegado a los 2.000.