Castigado a pagar su propio cuadro

p. s. OURENSE / LA VOZ

LAZA

cedida

La condena a un pintor por llevarse una obra que no le pagaban desde el año 1985 incluye una indemnización

21 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Llevaba años en la casa consistorial de Laza un cuadro del pintor Miguel Ángel Martínez Coello. Mostraba un peliqueiro, que es el estandarte de este municipio. El artista lo había entregado en el año 1985 y el 10 de abril del 2014 desapareció. Ahora, casi tres años después, sin que el original haya aparecido, sobre el autor pesa una sentencia que lo ha condenado por un delito de hurto a seis meses de prisión y al pago de una indemnización de 12.000 euros, que es la tasación de su cuadro, por el que, según sostiene Coello, nunca le pagó nada el Concello de Laza. La Audiencia ha refrendado la sentencia del Juzgado de lo Penal 1 que condenó al pintor, al haber establecido que se había llevado sin permiso el simbólico óleo.

Los archivos del artista dicen que el controvertido «peliqueiro de Laza» vio la luz en el año 1980. No consta documentalmente ni el pago ni el cobro del original, pero que el lienzo estaba en dependencias municipales y que la administración local se quedó sin él es una realidad, por lo que tiene derecho a ser indemnizada.

El autor mantiene que en su día cedió el cuadro en depósito y que el original llegó al Concello de Laza con un ofrecimiento de venta que no se llegó a concretar. No consta ningún expediente administrativo de compra del cuadro, no figura inscrito en el inventario de bienes municipales, no hay recibo de pago, ni en la contabilidad municipal se encontró referencia o recibo alguno. Tampoco se hizo un expediente para comprarlo. En un informe del secretario municipal consta que el cuadro fue adquirido en 1985 por el entonces alcalde, Ildefonso Fernández, quien, según recoge la sentencia de la Audiencia Provincial, presumía de haber incorporado dos obras de arte durante los primeros años de la democracia. Una de ellos es el «peliqueiro de Laza».

Coello había enviado entre febrero y marzo del 2014 varios correos electrónicos al Concello de Laza, los primeros para reclamar el pago del cuadro, otro posterior para solicitar que se lo devolvieran con destino a una exposición y uno más, el 17 de marzo, anunciando que al día siguiente pasaría a retirarlo. No ocurrió nada entonces. Fue el 10 de abril el día en que una persona con barba se llevó la pieza. El teniente de alcalde, José Rivero, declaró que era el pintor el que se lo llevaba. Reprobó en este punto el abogado defensor cómo la identificación se había hecho a partir de «una fotografía minúscula de Internet, en hora crepuscular, con mala iluminación y sin exhibirle fotografía alguna de ningún otro individuo con rasgos simulares», como recoge la Audiencia. El argumento fue insuficiente y el testimonio fue determinante.

Del «peliqueiro» al «cigarrón xusticeiro» en treinta años

Laza tiene su entroido, que es uno de los más singulares de Galicia. Verín, como Xinzo, Viana do Bolo o Manzaneda, tiene el suyo. Cada uno, con sus personajes, su idiosincrasia y sus rivalidades más directas. Puede haber quien diga que peliqueiros y cigarróns son primos, pero las confusiones no son nada bien recibidas. Se prestan a sutilezas. Por eso, llama la atención en las sentencias que se hagan referencias no solo al peliqueiro, sino al «cigarrón de Laza», fácil provocación que en directo ha costado a más de uno algún buen latigazo. Martínez Coello, despistes o no, pintó en el año 1980 el «peliqueiro de Laza», que es lo suyo. Y estuvo donde debía. Luego, en el año 2015, siempre de acuerdo con los archivos que maneja el propio autor, probablemente ya molesto con el modo en que se estaban desarrollado los acontecimientos, hizo un muy parecido «cigarrón xusticeiro». Aunque a este conflicto sea ajeno el entroido de Verín. Esta última pieza sí la tiene controlada el autor.