La vida vuelve a brotar en O Larouco

LAROUCO

En la actividad en defensa del monte participaron más de sesenta voluntarios de la zona.
En la actividad en defensa del monte participaron más de sesenta voluntarios de la zona.

Sesenta voluntarios replantan árboles y limpian maleza en la zona cero del fuego de Cualedro

08 nov 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La vida siempre vuelve a abrirse paso, incluso en medio de hectáreas ennegrecidas por la ceniza. En la zona cero del peor incendio forestal del estío gallego, en Lucenza (Cualedro), más de medio centenar de voluntarios facilitaron ayer el renacer de lo verde sobre lo negro tras la debacle ecológica del 30 de agosto.

Antes de que llegue el medio millón de euros prometido por el Gobierno para recuperar medioambientalmente parte del desastre provocado en la Serra do Larouco, algunos decidieron ya pasar a la acción, en una iniciativa impulsada por la asociación de vecinos de Lucenza y por Amigos da Terra, que participa en Voz Natura. Voz Natura es un programa de La Voz de Galicia desarrollado por la Fundación Santiago Rey Fernández-Latorre, que cuenta con el patrocinio de la Consellería de Medio Ambiente, la Diputación de A Coruña, la Fundación Alcoa, El Corte Inglés y la Fundación Ramón Areces.

Los voluntarios plantaron decenas de árboles autóctonos como bidueiros, freixos, carballos o castiñeiros. Retiraron centenares de kilos de basura y, sobre todo, se esforzaron en evitar la erosión con barreras ecológicas. Esto es, de frenar que la lluvia pueda llegar a arrastrar el ennegrecimiento del suelo a manantiales y nacimientos de aguas de la zona.

El ecologista Xosé Santos destacó el valor didáctico de la jornada. «Trátase non tanto dunha actuación reivindicativa senón tamén didáctica; de que a xente tome conciencia do que supoñen desastres como estes para a súa vida», dijo.

Tras el trabajo de horas, llegó el tiempo de disfrutar de un buen magosto en las inmediaciones del ya conocido como el «banco más triste del mundo» rodeado por superficie calcinada cerca de A Pena Muller, al lado de Portugal. Todos los participantes en la jornada destacaron su deseo de que ese banco pase de ser un emblema de la tragedia a un símbolo de la recuperación de O Larouco. Una vecina y promotora de la plataforma ciudadana Non máis lumes no Concello de Cualedro, Silvia Fernández, trataba de concienciar a los lugareños sobre la necesidad de actuar. «Hai que reaccionar xa. Non podemos permitir que cada ano sigan pasando estas cousas aquí», decía.

Plataforma internacional

Además, Fernández anunció la inminente creación de una fundación o asociación transfronteriza entre pueblos de O Larouco luso y ourensano para hacer un frente común contra los daños en un entorno privilegiado.

Las 3.100 hectáreas calcinadas de hace poco más de dos meses pueden no ser las últimas en quemarse en uno de los enclaves nacionales de los fuegos veraniegos. Desde ayer, sin embargo, un aire fresco de vida vegetal vuelve a querer nacer sobre los residuos del lúgubre último día de agosto.