El vecino de Pardeconde que cumplió 99 años el día 4, falleció este martes en su casa
11 mar 2020 . Actualizado a las 13:31 h.Las dos cosas que más feliz hacían a Evaristo Carballo eran sus largos paseos y estar con su familia. De ambas disfrutó hasta el final, estando «fuerte coma un roble», tal y como afirmaba a La Voz su sobrina, Elena González, la semana pasada. El vecino de Esgos que cumplió 99 años el miércoles pasado, falleció ayer en su casa de Pardeconde. Prueba de su buena salud hasta el último día, son los bailes que compartió este entroido junto a los felos de Rocas, tradición que le encantaba cumplir cada año.
Acababa de llegar de Madrid y estaba ilusionado y orgulloso, allí había disfrutado de unos días de visita a su familia afincada en la capital. La misma que este martes se ha trasladado de inmediato a Pardeconde para dar el último adiós a Evaristo. «Era una persona excelente, maravilloso, y así le recordaremos. Nos queda su alegría y su amor, que no se borrará nunca», dice emocionada Esperanza Fernández, hija de Elena, para quien Evaristo fue siempre un abuelo. «Alegraba la vida a todos los que le rodeábamos y tuvimos la suerte de disfrutarle muchísimo. Él solo quería ayudar y aportar, y hasta se fue como el quería, sin sufrimiento y sin hacer ruido», añade.
Evaristo era natural de Pardeconde, aldea que esta tarde, a las 17.00 horas, le despedirá. Vecinos de distintos puntos del municipio han recibido la noticia con pesar, pues ayer perdieron a una de las personas más queridas de la zona. Entusiasta, lleno de vitalidad y de buen humor, y un enamorado de su tierra, por la que salía a pasear todos los días sin excepción. Así será recordado Evaristo. Y que descanse en paz.
