Tres días y medio de debates políticos

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

ESGOS

MIGUEL VILLAR

Los partidos llevaron al pleno del Concello de Ourense y la Diputación 167 mociones durante el año 2016. Muchas son temas recurrentes como el AVE y otros, muy lejanos, como Israel

11 mar 2017 . Actualizado a las 10:42 h.

A media hora de debate, redondeando a la baja, las 167 mociones que se debatieron a lo largo del año pasado en el Concello de Ourense y la Diputación Provincial suman cerca de tres días y medio de trabajo político. ¿Sirve de algo ese tiempo? ¿Se tratan en la solemnidad de los salones de plenos los asuntos que realmente interesan a los ourensanos? Entre las 167 mociones debatidas en el año 2016 hay de todo.

Temas recurrentes

El AVE y las reprobaciones. La polémica en torno a la llegada de la alta velocidad ferroviaria es objeto de debate en las campañas electorales y en el día a día de la actividad política en Ourense, especialmente a nivel municipal. La reformulación de la estación, los vaivenes en torno a la variante exterior y otras consecuencias de la intermodal, como el uso futuro de la actual terminal de buses, han sido algunos de los asuntos debatidos. Además del AVE (en el que insiste especialmente el PSOE), un tema también muy recurrente el año pasado ha sido la creación de un centro de atención para discapacitados mayores de 21 años en la ciudad.

En todo caso, cada partido tiene sus asuntos preferidos en el Concello. En el caso de Democracia Ourensana, además de lanzar varias iniciativas sobre la mejora del servicio de la Policía Local o del pabellón de Os Remedios, se ha especializado en las reprobaciones o peticiones de dimisión. Propuso el cese del concejal Pepe Araújo, después de todo el grupo de gobierno y, cuando se acercaban las elecciones autonómicas, quiso reprobar al gobierno gallego por su trato a Ourense. La moda se trasladó a la Diputación. DO, en este caso en una moción conjunta con el PSOE, propuso la dimisión del presidente provincial, José Manuel Baltar, por la investigación judicial en la que está inmerso por haber supuestamente ofrecido un puesto de trabajo a cambio de sexo. En esta misma línea se puede enmarcar la propuesta que el PP defendió para reprobar al entonces portavoz del PSOE, Ignacio Gómez, que acabó siendo relevado por su partido.

Las concesiones municipales y los problemas laborales que ocasionan (con especial interés para Ourense en Común), la atención sanitaria (llevada a debate por casi todos los grupos de la oposición en ambas instituciones), el bloqueo de la plaza de Abastos de A Ponte o la dotación de nuevos aparcamientos han sido otros asuntos tratados reiteradamente.

¿Y el gobierno?

Instarse a sí mismos. El objetivo de una moción es, básicamente, poner deberes al gobierno municipal. Por ese motivo, en la mayor parte de las ocasiones quienes presentan ese tipo de iniciativas son los grupos de la oposición. Sin embargo, el PP, que tiene mayoría absoluta en la Diputación, comenzó a presentarlas en marzo y desde entonces no hubo ningún pleno en el año 2016 al que no llevara alguna moción. Varias tenían carácter reivindicativo (como la declaraciones en defensa de las diputaciones o de la Festa do Boi), pero muchas fueron para instarse a sí mismo. Lo hizo, por ejemplo, para «recomendarse» poner en marcha un programa de instalación de desfibriladores o un plan para poner en valor San Pedro de Rocas.

En el Concello, el PP, que gobierna en minoría, ha sido mucho menos activo. Durante el año pasado solo defendieron una moción, en concreto para proponer la adhesión del Ayuntamiento a una campaña promocional de la leche gallega.

Propuestas lejanas

De Franco al «apartheid» israelí. Hay ocasiones en los que los partidos proponen en los plenos de la Diputación o el Concello acuerdos que no afectan a la gestión de esas instituciones o que no hacen referencia específica al territorio ourensano. Se han tratado asuntos relacionados con la pobreza energética, la conocida como Ley mordaza, los derechos del colectivo LGTBI, la política migratoria de la Unión Europea, los tratados de libre comercio, el llamado apartheid israelí, la condena del régimen franquista o las reválidas de la ley educativa.

Polémicas

Los plenos extraordinarios y las urgencias. El número de mociones que puede presentar cada grupo y su tramitación suele generar polémica tanto en el Concello como en la Diputación, aunque en el año 2016 este asunto fue especialmente crítico en la institución provincial. El gobierno popular entregó al resto de grupos una circular para limitar los plazos para la presentación de las mociones, una circunstancia que unió a PSOE, DO y BNG para pedir, precisamente con una iniciativa conjunta, que se modificase el reglamento orgánico de la Diputación. En todo caso, varias iniciativas que no cumplían con los requisitos establecidos fueron rechazadas por la vía de urgencia y no llegaron a debatirse. En el Concello tan solo ocurrió con una presentada por Ourense en Común sobre el Museo Arqueolóxico.

Otro modo de la oposición para tratar sus propuestas es a través de plenos extraordinarios. En el año 2016 hubo dos a petición de DO en el Concello, uno sobre la inversión en la estación del AVE y otro sobre la plaza de Abastos de A Ponte.