La última guía editada por Turismo de Galicia fija en 65 los establecimientos practicables, lo que la sitúa como la peor provincia gallega en accesibilidad
23 feb 2017 . Actualizado a las 05:00 h.Ourense es la provincia gallega que cuenta con menos recursos de turismo pensados para los discapacitados, según la base de datos de la Plataforma Representativa Estatal de Personas con Discapacidad Física (Predif), asociación sin ánimo de lucro que colabora con Turismo de Galicia para la elaboración de guías de viajeros con diferentes discapacidades. Hace cinco años se editó un documento, que todavía sigue activo, en el que se recoge la situación de los establecimientos de la comunidad autónoma. El objetivo de esta publicación es dar a conocer a los posibles turistas o visitantes con necesidades especiales, de forma objetiva y descriptiva, las características específicas de la oferta de Galicia. Del estudio se extrajo que 65 establecimientos ourensanos son practicables. Eso significa que están a un paso de ser accesibles, sin conseguirlo aún. No se incluyen los que abrieron sus puertas recientemente -caso de dos hoteles de la capital ourensana- ya que su proyecto de construcción ya exigía parámetros sobre la accesibilidad. Pero hay que tener en cuenta, según explican desde Predif, que en España es difícil encontrar algún recurso 100 % accesible.
Fuentes de turismo de Galicia aseguran que queda mucho por hacer en este sentido. El coste que supone adaptar los inmuebles es el principal escollo. Esto hace que los arreglos y reformas se hagan en casi todos los establecimientos de forma paulatina. Es el caso del hotel Francisco II, de los pocos de la capital -a excepción de los recientemente construidos- que aparecen en la guía de la Xunta. Su propietario, Francisco Gómez Álvarez, explica que en la actualidad es indispensable y necesario transformar los inmuebles para adaptarlos a todas las necesidades. «Los turistas solicitan cada vez más este tipo de condiciones. Además hay que tener en cuenta que normalmente son personas que viajan acompañadas, lo que supone un plus». En el caso del Francisco II, las reformas han sido paulatinas. Han aprovechado el arreglo de habitaciones para su adaptación. Y en la actualidad cinco del total -superan el mínimo establecido- cuentan con los recursos necesarios para que una persona discapacitada pueda disfrutar de su estancia en el hotel. Desde la entrada a las instalaciones hasta en su propia habitación. La mayor parte de los cámpings -su acondicionamiento no supone mucho gasto- y muchas casas rurales de la provincia se suman a la lista de practicables.
Cultura y deporte
La guía no solo incluye alojamientos, sino también lugares turísticos que visitar. Solo dos monumentos están en la lista: la fuente de As Burgas y el centro de interpretación de la Ribeira Sacra en San Pedro de Rocas. En cuanto a instalaciones culturales y deportivas, Predif apunta al Teatro Principal, el Paco Paz y el coto O Carballiño de la Sociedad de Pesca Deportiva Arenteiro. La guía también indica aquellos restaurantes que están preparados para servir a personas con diferentes discapacidades.
Aunque la guía de Turismo tiene cinco años, la información de Predif se va actualizando continuamente. Si hay un nuevo estudio se añaden recursos turísticos que se ha adaptado. Además, periódicamente se ponen en contacto con los establecimientos para actualizar información. «Lo más importante es promocionar lo que ya se tiene, y a partir de ahí fomentar Ourense como destino turístico. Las personas con discapacidad son prescriptoras de turismo, ellas mueven a sus acompañantes a lugares que cuentan con accesibilidad y el grupo viaja en función de estos parámetros», explican desde la plataforma estatal.
Colectivos afectados piden a las administraciones que sensibilicen a los profesionales
Para otorgar la calidad de practicable o accesible, Predif utiliza una metodología consensuada por todo el sector de la discapacidad a través de Cermi (Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad Estatal). Cada colectivo de discapacidad establece unos requisitos mínimos que su colectivo necesita para considerar un establecimiento accesible. A través de cuestionarios que establecen esos criterios, se realiza un análisis de accesibilidad de cada recurso turístico. La metodología utilizada es descriptiva. Una vez que haya cumplido dichos requisitos mínimos de accesibilidad (por ejemplo, que no tenga más de un escalón a la entrada, y disponga de baño accesible, que son obligatorios) se describe en el informe qué puede encontrarse la persona que vaya, para que sea el discapacitado el que decida si es adecuado para o no.
«Por ejemplo, ponemos ‘la puerta de entrada mide 80 centímetros’. No decimos si ese local es accesible o no, para las personas cuya silla de ruedas mida menos de 80 será accesible, pero para los que midan más de 80 no», explican desde la plataforma. Aunque es requisito indispensable que cumpla con lo que establece la ley en cuestión de accesibilidad en cada territorio.
Los miembros de Prefid apuntan que es muy importante que las Administraciones Públicas sensibilicen al sector turístico de la provincia para que cuente con la accesibilidad para contribuir a una oferta turística de calidad. «Los profesionales del sector deben formarse en atender a personas con discapacidad o necesidades de accesibilidad», afirman.