Esgos recupera su carnaval y las tradiciones vinculadas a la fiesta, como la «coresma»

ourense / la voz

ESGOS

17 feb 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La recuperación y revitalización del entroido ha servido de aliciente para que muchos pueblos se implicasen en la puesta en valor de la gran variedad de personajes, costumbres y actividades vinculadas al carnaval en la provincia. Uno de los ejemplos del trabajo que se está desarrollando en este campo es el llevado a cabo por el Concello de Esgos, donde se ha apostado por reivindicar la presencia de los felos y se apuesta por revitalizar la vieja costumbre de «poñe-la coresma», una tradición que consistía en llevar un muñeco por las noches y dejarlo en la entrada del pueblo, lo que para los vecinos del lugar era motivo de burla.

La denominación felo está asociada a la máscara en sí y en varios lugares se da tal nombre al personaje del entroido. Maceda y Esgos son un ejemplo en la Serra de San Mamede, pero también se llaman así las figuras del carnaval de Maside y Boborás. El felo de Esgos, con semejanzas en algunos elementos con peliqueiros y cigarróns, cuenta con dos detalles identificativos: el cinto con «esquilóns» y la cara cubierta «cunha carauta feita cun cartón cilíndrico que cubría toda a cabeza ata os ombros». La comitiva con el personaje que identifica el carnaval de Esgos realizó durante el domingo su recorrido, comenzando a primera hora de la mañana en Pardeconde y finalizando, ya de noche, en el Alto do Couso luego de pasar por una decena de pueblos y participar en el desfile. En la revitalización del carnaval, según indica el concejal Camilo Rodríguez, han jugado un papel importante «os emigrantes que voltaron ao pobo e se implicaron no proxecto e os mozos de Esgos».

Muñeco de paja y burlas

Según la tradición, «poñe-la coresma» consistía «nun intercambio de monecos de palla que se levaban dun pobo ao outro e ás agachadas porque para o que a recibía era unha gran ofensa, xa que eran obxecto de burlas e mofas». Esta noche toca vigilia en los pueblos para no acabar quedándose con la cuaresma.