El titular de la empresa de atracciones valoró en 3.000 euros el coche, que pesa 220 kilos
21 ago 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Son difíciles de entender las razones que llevaron a los autores del robo de un auto de choque en una atracción de feria instalada en Terrachán, la capital de Entrimo. Que haya sido una gamberrada es lo más razonable, pues es difícil pensar que alguien tratara de sustraer una pieza de sus características para dedicarla a algún fin concreto. Ya pretendieran experimentar su utilización como vehículo eléctrico en alguna instalación particular, o tuviesen la intención inicial de reconvertirlo y emplearlo en alguna carrera de carrilanas como las que se celebran en Santa Cruz de Arrabaldo, Ribadavia o Viloira, quienes lo sustrajeron acaban abandonándolo. Por mucha pintura y muchas modificaciones que le introdujeran, el perfil de los autos de choque es siempre difícil de alterar hasta ocultar su origen.
Que se trate de una simple gamberrada, o una exagerada reacción de disgusto por algún desencuentro puntual durante los días en los que permaneció en Entrimo la instalación, cae dentro de lo razonable.
Una carga de 220 kilos
La denuncia la presentó el dueño de la atracción en el puesto de la Guardia Civil de Lobios. Le habían sustraído uno de sus coches eléctricos. De un discreto color verde y un número seis bien visible, el juguete pesa alrededor de 220 kilos y tiene un valor de unos 3.000 euros, según la información que ofreció el empresario de A Estrada que lleva el negocio de los coches eléctricos. La denuncia dio lugar a la apertura de las correspondientes diligencias en el juzgado de primera instancia e instrucción de Bande. Sin tiempo para ordenar diligencias de investigación para la búsqueda del cocherito, o para determinar quiénes habían sido los responsables de la acción, el empresario se personó de nuevo en el puesto para cerrar el caso tras el hallazgo del coche, aun cuando la actuación judicial siga en marcha.
Apareció en un desvío asfaltada de la carretera OU-1212 y sin necesidad de salir del término municipal de Entrimo. Quien lo sustrajo no tuvo mucho tiempo de utilizarlo, más allá de que por su propio peso se arrastre cuesta abajo. No es posible circular con este tipo de vehículos por una calzada convencional ni utilizar combustible convencional.