El número de armas sube ligeramente pero el sector constata la caída de ventas

La Voz

CUALEDRO

MIGUEL VILLAR

La disminución de la actividad cinegética explica el descenso del mercado

06 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

La caída de la afición a la caza en la provincia de Ourense ha provocado en los últimos años un notable descenso en la venta de armas de fuego, según constatan en el sector armero. En la provincia hay actualmente un total de 36.958 armas registradas en la Intervención de la Guardia Civil, un número ligeramente superior al de hace dos años; en la capital, el número es de 1.311.

La mayoría de estas armas son escopetas o rifles destinados a la caza menor o mayor. La cultura de la caza que fue tradicional en la provincia se está perdiendo, según constatan en el sector, debido al envejecimiento de la población y la falta de relevo generacional, la desertización del rural y el abandono de estas prácticas tradicionales. Y era precisamente esta afición la que movía mayoritariamente un mercado de venta de armamento que ahora vive horas más bajas. Pese a todo, son casi veinte mil las licencias federativas de caza que hay en Ourense y que permiten, además de cumplir otros requisitos, obtener la licencia para disponer de un arma para la actividad cinegética. Los permisos tienen una vigencia de cinco años y cada año en la provincia de Ourense se conceden unos 2.500.

El resto de las licencias que amparan el poder poseer legalmente un arma corta o larga son mucho más reducidas. Son aquellas que solicitan los vigilantes privados. Es muy difícil tener armas cortas para defensa personal, para ello es necesario justificar y acreditar que se necesitan por sufrir alguna amenaza.

Para conseguir la licencia hay que superar unas pruebas y carecer de antecedentes

Cada arma debe tener una guía de pertenencia, el documento que acredita quién es su titular. La licencia E, para tiro deportivo y caza, permite a cada propietario tener hasta doce armas en total, con un máximo de seis escopetas o seis armas largas para tiro deportivo. La licencia que ampara su tenencia legal se obtiene tras pasar unas pruebas de capacitación y carecer de antecedentes penales. De no cumplir estos requisitos, se incurriría en un posible delito de tenencia ilícita de armas. Es lo que le podría ocurrir al octogenario que resultó herido el viernes en Cualedro, al disparársele un arma que encontró en una casa deshabitada. El hombre se disparó en el vientre cuando supuestamente manipulaba el arma para limpiarla. El juzgado aclarará si su hallazgo fue accidental, pero la tenencia ilícita de armas es un delito que se castiga con penas de cárcel. Por ello, cuando no se renuevan las licencias, por no cumplir las condiciones o por voluntad propia, las armas acaban en el arsenal de Intervención de la Guardia Civil. Anualmente, el instituto armado celebra subastas para dar salida a este almacenaje y se exponen entre 300 y 400 armas para que los interesados pujen por ellas. Pero muchas armas siguen quedando pendientes de encontrar nuevo dueño.