La Serra do Larouco recibirá 157 euros por hectárea quemada

s. martínez / M. rodríguez XINZO, OURENSE / LA VOZ

CUALEDRO

Agustina Álvarez, con un cordero de la explotación que su marido tiene en Vilela (Cualedro).
Agustina Álvarez, con un cordero de la explotación que su marido tiene en Vilela (Cualedro). miguel villar< / span>

La zona se declarará, por decisión del Estado, como de «actuación especial» por los daños del incendio del pasado 30 de agosto

30 sep 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

El Ministerio de Agricultura declarará zona de actuación especial la afectada por el incendio que se declaró el 30 de agosto en la Serra do Larouco. Consignará ayudas por medio millón de euros para la restauración forestal y medioambiental de los espacios más perjudicados. El fuego afectó a los municipios de Cualedro, Trasmiras, Baltar y Xinzo y calcinó más de tres mil hectáreas. El Comité en Defensa do Monte Galego estima que se produjeron daños por valor de 50 millones de euros. Es un cálculo oficioso. La valoración oficial, elaborada por los concellos, aún no está concluida. Lo que ofrece el Estado en estos momentos son 157 euros por hectárea quemada.

La ministra de Agricultura, Isabel García Tejerina, remitió una carta a la conselleira de Medio Rural, Rosa Quintana, en la que promete que el Gobierno fijará esa cantidad para paliar los daños ocasionados por el fuego. De las 3.180 hectáreas, 748 eran arboladas, de valor ambiental y de protección de suelos en la Serra do Larouco, al lado de la frontera.

El Ministerio planea declarar la emergencia de las obras a ejecutar en las materias más urgentes, de manera que se minimicen los daños por la erosión y se recuperen a la mayor brevedad posible los hábitats dañados.

Los alcaldes ven insuficientes los fondos y piden otros adicionales

La inversión estatal de 500.000 euros iría, a falta de concreción oficial sobre su reparto, para las administraciones públicas -sobre todo para las locales- y no para particulares, al menos directamente.

Esta interpretación fue defendida por el alcalde de Cualedro, Luciano Rivero: «Es una cifra a considerar, pero se debe aclarar cómo se puede ayudar a los ganaderos que tienen cientos de cabezas de ganado y no pueden pastorear por ley en esas zonas quemadas». «Esta ayuda es positiva, pero no es suficiente. Es necesario un endurecimiento legal de las penas para los pirómanos y el cumplimiento íntegro de esas sentencias», valora el alcalde.

Lucro cesante

El teniente de alcalde de Xinzo de Limia, Manuel López Casas, tildó de «insuficiente» la ayuda aprobada y expuso: «Hay que estimar, por ejemplo, el lucro cesante de los ganaderos de ovino y caprino que no tienen pastos». No obstante, López Casas sostiene: «La repoblación forestal está bien y esperamos más ayudas que esta».

El regidor de Baltar, José Antonio Feijoo, tachó también de «bastante escasa» la subvención y consideró que «se deberían incrementar esas ayudas». Feijoo dijo: «La masa forestal, la agricultura y la ganadería ha quedado muy tocada aquí. Hay muchas infraestructuras dañadas. Las pérdidas reales en bienes públicos y particulares son mucho más elevadas».

Los ganaderos, en la cuerda floja

El fuego, originado en Cualedro, fue el más destructivo del verano en Galicia. En su extinción trabajaron medio millar de efectivos, incluyendo a cientos de militares de la UME. El incendio devastó monte raso y forestal, pero también parcelas utilizadas por los ganaderos como pasto para sus cabañas. El sindicato Unións Agrarias está realizando la valoración de los daños que sufrieron en sus explotaciones, tanto en naves o granjas, como en pérdida de los forrajes ya recogidos o en los pastizales que resultaron quemados.

En Vilela, Cualedro, los ganaderos locales que tienen explotaciones de ovino lamentaban recientemente las consecuencias del incendio por el futuro oscuro que se les presenta ante la posible falta de pastos y alimento para sus rebaños en los próximos meses. A treinta euros el rulo de alpaca, los ochenta rollos que le ardieron a José Manuel Medeiros suponen una pérdida presente y también para el futuro próximo, pues era la hierba que tenía para alimentar a las 160 ovejas de su rebaño. Más perjudicada aún fue su vecina Dolores Fernández en el mismo pueblo que se quedó sin pasto verde para sus 250 ovejas. Si no reciben ayudas para paliar estas pérdidas, algo que tratarán de conseguir con los informes del sindicato, muchos de estos ganaderos no ven otra salida que vender sus rebaños.