Un dron capaz de salvar vidas

María Doallo Freire
maría doallo OURENSE / LA VOZ

CORTEGADA

Santi M. Amil

Una empresa de Lalín formó en Celanova, Cortegada y Vilamarín a profesionales de emergencias

28 mar 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

Este miércoles se clausuraba en Cortegada de Baños el curso oficial de piloto de drones en emergencia y seguridad, impartido por la empresa especializada de Lalín, Aerocámaras. Esta es una formación pionera y fue la primera de sus características en ser reconocida en España ya que está homologada por la Academia Galega de Seguridade. En ella, una docena de expertos del sector venidos de distintos países y dirigidos por Jaime Pereira -CEO de la empresa- impartieron tres días de curso intensivo a distintos profesionales de los servicios de emergencia, entre ellos, al equipo de bomberos de Celanova que ya cuenta con un dron.

«Este tipo de sistema es de gran ayuda a la hora de encontrar a un desaparecido ya que puede acceder a donde el equipo humano no llega», explica Jaime Pereira. Desde Aerocámaras realizan tanto la venta del sistema, como el apoyo en servicios de rescate y la formación especializada para los miembros de las distintas fuerzas de salvamento.

Existen dos tipos de drones: los eléctricos -Aerocámaras cuenta con el Matrice 600 y realiza los simulacros con él- y los híbridos. «Fabricamos nuestros propios drones híbridos que son los de mayor autonomía del mundo. El primer consorcio de España en adquirir uno está en Ourense, fue el Parque de Bomberos de O Carballiño», explica el director ejecutivo de la empresa. Mientras uno eléctrico puede volar durante veinte o treinta minutos seguidos -ya que necesita recambiar las seis baterías que hacen posible su funcionamiento-, el híbrido puede llegar a volar durante siete horas seguidas sin carga. Funciona con combustible y puede transportar hasta cinco kilogramos de peso, algo especialmente útil ya que puede acercar a la víctima desde medicamentos, hasta agua, un salvavidas o cualquier otro producto de primera necesidad, antes de que llegue el personal de salvamento. Alcanza los cincuenta kilómetros por hora y puede atender a distintas víctimas a la vez, lleva incorporado un altavoz con el que comunicarse con ellas y un sistema audiovisual que incluye una cámara térmica con la que localizar los puntos de calor. Resulta de vital importancia este último aspecto técnico ya que permite al dron ubicar tanto a la víctima como, en el caso de tratarse de un incendio o de una explosión, a los distintos focos que estén ardiendo. Todas estas características lo sitúan a la cabeza como sistema de salvamento. Puede ayudar tanto en el caso de desaparecidos en zonas de difícil acceso, en un rescate en el agua e incluso en la evacuación de una persona atrapada en un rascacielos ya que es capaz de acercarle un arnés de rappel automático.

El híbrido tiene una autonomía de siete horas y lleva incorporada una cámara térmica