El regreso de la talla de la Virgen de Cortegada genera gran interés en Carril

marina santaló VILAGARCÍA / LA VOZ

CORTEGADA

Mónica Irago

Numerosos vecinos y curiosos acudieron ayer al muelle para revivir una escena que tuvo lugar hace doscientos años

31 jul 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

«Ves como si que chega». Esta frase se la dice una madre a la niña que tiene en brazos. Podría uno pensar que habla del padre de la pequeña o de otro familiar, pero el petardazo encargado de anunciar la entrada por mar de la talla de la Virgen de Cortegada no deja lugar a dudas. Son dos de las muchas personas que intentaron hacerse hueco ayer en Carril para ver un acontecimiento que, si se esperan otros doscientos años, tardará en volver a producirse: la talla, vestida para la ocasión, durmió la noche del sábado en Cortegada para volver ayer a tierra carrilexa. Si en su momento lo hizo junto a las reliquias de San Fidel, en esta ocasión acompañó a un cuadro del santo. Cuando llegaron a puerto, la imagen de Santiago Apóstol le hizo las tres reverencias anunciadas. Las hicieron también sus portadores, que salieron victoriosos de la difícil maniobra. Se murmuró entre el público. La expectación del acontecimiento provocó que cada movimiento fuese observado por los centenares de ojos (y móviles) que siguieron todos los detalles. Los flashes inmortalizaron el momento y los aplausos abrieron paso a la farsa. Los danzantes lograron introducirse entre los presentes e iniciar unos movimientos en los que las cuerdas y las espadas volvieron a ser las protagonistas.

Cuando echaron a andar, el foco de atención se fue desplazando desde el muelle hasta la iglesia parroquial. Pétalos de rosas, resguardados previamente en cestas, bañaron a la imagen de San Fidel y a la talla de la Virgen de Cortegada justo antes de entrar a la iglesia. Mientras, gigantes y cabezudos recorrían las calles como buenos conocedores de que todavía quedaba una larga jornada. Y divertida. La verbena animó la noche de los más juerguistas, reservándose el día de hoy para los más pequeños: conquistarán hinchables y colchonetas.