Tito Senaz, peluquero y estilista: «En los cortes de pelo estamos volviendo un poco a los años 90»

Un exalumno del instituto A Pinguela de Monforte, Ernesto Taboada Senaz (Gustei, Coles, 1977), más conocido como Tito Senaz, es uno de estudiantes distinguidos por la Xunta con el premio extraordinario de Formación Profesional. Fue el número uno de Galicia en la categoría de imagen personal. El premio trae consigo una remuneración de mil euros. Tito cursó estudios de estilismo y dirección de peinado entre los años 2020 y 2022. «Estamos orgullosos do seu éxito, esperado dada a calidade profesional e persoal de Tito, os perfectos traballos nos obradoiros de peiteado e as súas sobresaíntes cualificacións», dicen desde la dirección del centro.

—¿Por qué decidió estudiar estilismo y dirección de peinado?

—Todo viene a raíz de que yo me dedico al mundo de la peluquería desde hace 25 años y me faltaban los estudios superiores. Entonces decidí hacerlos a la edad de 44 años. Los estudios también me dan opción de poder presentarme a la oposición pública, porque descubrí ahora de adulto, trabajando para una empresa privada y ofreciendo formación continua por toda España, que la educación me gusta. Quiero probar suerte a ver si puedo alcanzar un puesto dentro del mundo educativo.

—¿Cómo llega uno a ser tan bueno en su trabajo que hasta le dan un premio extraordinario de FP?

—Tengo que decir que yo jugaba con ventaja. Llevo toda la vida formándome y al final hacer el ciclo superior fue como aumentar un poco los conocimientos que yo tenía y afianzarlos. Es verdad que en el ciclo aprendí muchas cosas, pero también llevaba una buena base de formación profesional. Me esforcé todo lo que pude y, evidentemente, yo no podía ir a por el cinco, tenía que ir a por el diez. Soy un adulto y también era un poco por ego propio y porque quería sacar la mejor nota posible.

—¿Hay mucha demanda en este sector o es difícil conseguir trabajo?

—Es muy fácil encontrar trabajo. Es un sector que demanda profesionales todos los días. Lo que sí que es verdad es que tiene una desventaja, ya que hay mucha gente que no tiene titulación suficiente y los conocimientos necesarios para trabajar. Pero como hay tanta demanda de trabajo, mucha gente va adquiriendo conocimientos en los respectivos empleos. Además también tienes que tener la suerte de encontrar un sitio donde sean buenos enseñando, ya que algunos no la tienen.

—¿Cuáles son sus especialidades?

—A lo que más me dedico, y además lo hago diariamente, es a corte y color.

—Háblenos de las tendencias de peinado de este 2023. ¿Qué está de moda?

—Venimos arrastrando las tonalidades frías desde hace muchos años. Pero yo creo que para este verano y este otoño se impondrán otra vez las tonalidades más cálidas. Los reflejos violáceos y el cobre vienen con muchísima fuerza. En cuanto al tema del corte, vuelve el cabello con movimiento y las capas son un factor fundamental. Estamos volviendo un poco a los años 90.

—¿Qué me dice de su público? ¿También trabaja con gente de pelo afro?

—Tengo público de todos los tipos. Niños, adultos, gente mayor… A lo que no me dedico es al mundo de las trenzas o de las rastas, ya que esta es una peluquería más específica y tiene un público más particular. Además, en Ourense hay un par de salones que tienen un buen nivel en ese tipo de servicio y el resto del sector no trabaja con técnicas como pueden ser las rastas, las trenzas o el crochet. Nosotros hacemos todo tipo de peluquería e incluso les cortamos el pelo a gente que lo tiene afro sin ningún tipo de problema, pero en la cuestión de las rastas y las trenzas hay ciertos tipos de salones que están más especializados que nosotros.

—¿Cuáles son sus objetivos a largo plazo? ¿Tiene en mente algún proyecto?

—Hace 25 años que trabajo en el mundo de la peluquería, he abierto un salón hace cinco años y me gustaría que perdurara en el tiempo. Por otra parte, me gustaría poder trabajar también en el mundo de la educación porque es algo que me gusta y porque me encantaría poner mi granito de arena y darle un empuje. Me parece además que la educación que se imparte no va muy paralela con la realidad social del salón. El mundo educativo se rige por currículos que están un poco desfasados en el tiempo y la peluquería es un sector que evoluciona a pasos agigantados.

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