Una madre toma las riendas, con su hija, de una emblemática casa de comidas de Ourense

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

COLES

Alejandro Camba

La cocinera Bety Valadares a acaban de ponerse al frente del restaurante de Casa Amador

18 jul 2023 . Actualizado a las 19:51 h.

Bety Valadares nació en 1964 en el municipio portugués de Ribeira da Pena. «Crecín detrás dos montes», apunta. Su hija Isabel también nació allí, pero justo después de que hiciese la Primera Comunión se vinieron a vivir a Ourense. Cuando se trasladaron a Galicia, Bety se metió en la hostelería. «Viñemos para buscar traballo. Empecei de axudante e logo, cando faltaba o cociñeiro, quedaba eu», recuerda. Así, pasó por los fogones de restaurantes como O Portón o La Bodeguilla. Luego llegó, ya como cocinera, al Casa Amador, en As Barxas (Coles). «Estiven once anos. Cando cheguei non sabía facer un cocido ou un caldo e aquí aprendín as bases máis importantes sobre cociña», añade. Fue en Casa Amador donde Isabel le cogió el gustillo a lo que hacía su madre. Empezó de adolescente echando una mano. «Al terminar la EGB estudié un ciclo de Peluquería porque todavía no tenía claro lo que quería hacer, pero finalmente me decanté por la hostelería», cuenta Isabel. Ya juntas cogieron el restaurante Marco Grande, en Sobreira (Vilamarín), que regentaron durante tres años. «Era tan grande que non nos daba. Mantiñámonos co ganado polo gastado e así non se podía estar», recuerda la matriarca. Así que dejaron ese y cogieron otro local, en Gustei (Coles), al que pusieron de nombre Casa Bety. Ese fue el negocio en el alcanzaron mayor reconocimiento. Desde el 2014 hasta el 2019 lo dieron todo en un local que fue prácticamente su casa. «La verdad es que fue genial. Venía gente de todas partes y teníamos muchísimo trabajo. Pero el marido de mi madre se jubiló y decidimos parar con esa aventura», confiesa Isabel. «Por suerte, porque justo en el 2020 llegó la pandemia», amplía.

Ahora acaban de volver al ruedo, tal y como deseaban sus clientes de Casa Bety. Lo hacen poniéndose al frente del lugar en el que empezaron, otro restaurante de la provincia de Ourense, el Casa Amador. «Este va a ser nuestro negocio familiar. Mi madre va a estar en la cocina y yo me ocuparé de atender las mesas», explica Isabel.

El nuevo Amador mantiene su esencia: cocina tradicional gallega que se degusta en un espacio que podría ser perfectamente un gran comedor de una casa. Entre sus especialidades están el rape con almejas, las tortillas de patatas con pimientos fritos, las xoubas o el bacalao al horno. «E faino unha portuguesa», apunta Bety. En invierno, el punto fuerte será el cocido gallego. «Tamén haberá caldiño galego», añade. Hay pulpo, zamburiñas, anguilas y muchas más opciones. «Cociñamos con cariño e produto de primeira calidade. Temos pescadiño fresco todos os días e unhas elaboracións como as da avoa, de sempre», termina Bety. Todo degustado en una casa con vistas panorámicas y privilegiadas a Ourense. En verano cierran domingos y lunes. Y en invierno lo harán los lunes y solo tendrán servicio de cenas los viernes y sábados.