De pícnic rodeados de la naturaleza en Coles

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

COLES

MIGUEL VILLAR

Los jardines de la Casa Grande de Soutullo son el escenario para una propuesta de almuerzos al aire libre perfecta para desconectar este verano

09 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La Casa Grande de Soutullo está situada en el corazón de Coles, rodeada mayoritariamente por árboles y por algún que otro riachuelo. Lo que más se escucha desde los jardines de este pazo completamente reconstruido que data del siglo XVII es el canto de los pájaros, desde primera hora de la mañana, o el fluir del agua. Allí huele a hortensias y a hierba mojada y lo que se respira es absoluta paz y tranquilidad. En este contexto, natural y hasta idílico, a Geraldine Ortega, nuera de los dueños de la Casa Grande de Soutullo, se le ocurrió proponer una nueva iniciativa de cara a los meses de verano. El plan consiste en un pícnic al aire libre en el que conectar con la naturaleza y centrarse exclusivamente en la compañía. El precio de la experiencia es de 25 euros por persona y se trata de una cita perfecta para disfrutar en pareja, con amigos o incluso en familia —de hecho los niños, de 4 a 13 años pagan 10 euros—. «Nos parece que es un plan ideal para desconectar, relajarse y romper completamente con el ajetreo de la ciudad, que tanta falta hace», explica Geraldine. Ella y su marido, el abogado Xavier Bird, viven junto a sus dos hijos Isabella y Xavi en Madrid, pero desde hace diez años no se pierden un solo verano en la casa de los abuelos. «Galicia es única y este lugar es mágico, reconfortante, sobre todo por su belleza y el contacto con la naturaleza», añade. Todo es mérito de sus suegros, Gill y Benito, que cuidan cada detalle del pazo para convertirlo en un hogar de cuento. De hecho, también durante la temporada estival es posible hospedarse en él y desayunar en sus salones.

El pícnic está compuesto de productos locales. Incluye una botella de vino de O Ribeiro Antonio Montero o un surtido de cervezas Estrella Galicia, agua, empanada de bonito, una tabla de embutidos y otra de quesos, pan recién hecho, frutos secos y fruta fresca del día. Para el postre, escogen una bica ourensana. La experiencia puede reservarse tanto para la hora de comer, de 14.00 a 16.00, como para la hora de cenar, de 19.30 a 21.30 horas; de martes a domingo. Solo queda decir, ¡qué aproveche!