Aceptó cuarenta días de trabajos en beneficio de la comunidad y dos años de alejamiento por amenazas y coacciones
09 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Atribuía el ministerio fiscal a Antero R. T. los delitos de amenazas y coacciones por haber impedido a su esposa e hija menor el acceso a la vivienda común en un pueblo del municipio de Coles. No solo colocó un candado en la verja de entrada a la finca, con lo que el acceso no era posible, sino que, además, cuando el acusado se percató de la presencia de la mujer, salió de la vivienda y la amenazó de muerte. Admitió ayer el imputado su proceder y aceptó la condena que le propuso la fiscalía. Llegaba con la perspectiva de un año de prisión por cada uno de los dos delitos y acabó conformándose con cuarenta días de trabajos en beneficio de la comunidad y una orden de alejamiento de dos años, junto con la inevitable suspensión del permiso de armas durante el período que se fija en este tipo de condenas por delitos de violencia machista.
A la luz del día
El incidente se había producido sobre las once y media de la mañana. La esposa del acusado había acudido a la vivienda con una hija menor de edad y otras dos personas. No pudo acceder. Había un candado en la verja y ella no tenía llave. En ese momento, el acusado salió del interior y se dirigió hacia la mujer con palabras que transmitían una clara amenaza de muerte.
«Aquí no entras, porque antes te mato y te tiro al silveiro». Lo repitió varias veces, además, según aparece detallado en el escrito de acusación al cual prestó conformidad ayer, por lo que se incorpora de ese modo a la relación de hechos probados de la sentencia. No concurren en el encausado circunstancias modificativas de la responsabilidad criminal en este procedimiento.