Ourense suma el 60% del vacuno autóctono en riesgo de extinción

SINDO MARTÍNEZ VERÍN / LA VOZ

COLES

Santi M. Amil

El número de cabezas de las cinco razas se quintuplicó en quince años

29 abr 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Del riesgo real de la desaparición a la expansión y la pujanza en poco más de 15 años. El vacuno de raza autóctona levanta cabeza tras tiempos difíciles con un crecimiento sostenido en los últimos años. Los datos de cierre de 2016 del Ministerio de Agricultura reflejan un panorama alentador. Queda lejos la coyuntura de finales del pasado siglo, cuando la presencia del bovino 100% del país era casi anecdótico en los campos y los montes gallegos.

De las 1.930 reses del año 2001, cuando se constituyó la federación de razas autóctonas de Galicia (Boaga) que incluye las razas cachena, caldelá, freiresa, limiá y vianesa se ha pasado a las actuales 10.475. Eso supone que se ha quintuplicado el número de cabezas. En la raza limiá ese alza porcentual ronda el 1.000%.

La preponderancia de la provincia en este subsector del bovino es evidente y va a más. Las estadísticas reflejan que en suelo ourensano hay 6.160 reses de alguno de los cinco tipos amparados bajo esta denominación. Muy lejos quedan Lugo, con 2.301; A Coruña, con 847; y Pontevedra, con 758. Algo parecido sucede con las explotaciones. La provincia ourensana cuenta con 154, la lucense con 94, la coruñesa con 45 y la pontevedresa con 44.

La labor de promoción de Boaga, con sede en Fontefiz (en el Concello de Coles), para el impulso de este tipo de carne ha sido determinante. La agrupación nació con la finalidad de conservar y recuperar un patrimonio zoogenético que estaba en cuestión y que presentaba un futuro muy incierto a finales de los años 90.

«A lo largo de los años se ha ido creciendo de una forma estable -explica el director de Boaga, José Ramón Justo Feijóo-. El problema es la relativa escasez de explotaciones. Se va incorporando gente nueva al sector, pero poco a poco». La despoblación en el rural y en envejecimiento poblacional son factores negativos que influyen de manera importante en la recuperación. Aún así, Justo Feijóo es optimista: «El crecimiento con respecto a los inicios ha sido muy importante».

Controles

La calidad es el factor determinante de esta carne. Los controles exigidos por las administraciones para estas razas son muy estrictos. Se realiza un seguimiento muy riguroso de verificación de consanguinidad para garantizar la pureza. Es uno de los requisitos aplicados por Agricultura para las cabezas contempladas en riesgo de extinción; algo que no ocurre, por ejemplo, con la rubia gallega, que tiene la catalogación de raza autóctona de fomento.  

Boaga también incluye entre las razas integradas en la asociación a la cabra galega, la galiña de Mós y a la ovella galega.

Su labor de impulso no solo se hace desde el centro ubicado en Fontefiz, sino que Boaga se deja ver en muchas ferias para promocionar a estos animales. Sin ir más lejos, este fin de semana estarán en Ordes (A Coruña) con la gallina de Mos y la cachena; y el domingo acudirán a la feria de Castrelo de Miño, donde se celebra un concurso de tapas con carne de cachena.

En la provincia hay 154 explotaciones dedicadas a la cría de vacas y bueyes de razas gallegas

Boaga promociona este tipo de productos en ferias y exposiciones por toda Galicia