El Obispado liquida la fundación que pretendía rentabilizar su patrimonio

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE

COLES

Algunos proyectos fueron abandonados y otros los gestiona directamente la diócesis

28 mar 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

La Fundación Santa María Nai fue creada en el año 2005 con unos objetivos ambiciosos. Entre otras, la entidad puesta en marcha por el Obispado perseguía las siguientes metas: «A recuperación, mantemento e sostenibilidade de actividades agropecuarias; a conservación, recuperación e manexo do patrimonio natural e cultural mediante a adquisición, estudo e xestión de terreos, paraxes, xardíns e lugares; o desenvolvemento rural a través da integración do turismo en zonas rurais; a conservación, restauración e revalorización da riqueza patrimonial, arqueolóxica e monumental da igrexa; todo isto perseguindo o progreso cristián, social, económico e cultural da comunidade cristiá en Ourense». Ese proyecto no ha tenido éxito.

El Diario Oficial de Galicia publicó ayer el acuerdo de la Consellería de Cultura, Educación e Ordenación Universitaria por el que se ratifica la extinción de la Fundación Santa María Nai. Se le da, de ese modo, la extrema unción a una entidad que, con el objetivo de dinamizar el rural ourensano, trató de rentabilizar los bienes que la Iglesia tiene repartidos por toda la provincia. La gestión del patrimonio de la diócesis está ya en manos directamente del Obispado y otros proyectos desarrollados por la fundación han ido siendo abandonados con el paso del tiempo.

Uno de los más ambiciosos fue el del vino Seminare. La fundación llegó a presentar públicamente las 13.000 primeras botellas del caldo que se iban a comercializar y fueron contratadas seis personas, pero las cuentas no salieron y la bodega en la que se producía el Seminare, situada en Ferreiros (Coles), acabó siendo puesta a la venta en el año 2015. Además, en esta línea la entidad se propuso cultivar entre 50.000 y 60.000 kilos de patata así como cereales.

En definitiva, lo que pretendía la fundación era rentabilizar sus recursos. El extenso patrimonio de la Iglesia está, en muchos casos, infrautilizado y el Obispado quería contribuir a la economía rural poniendo a funcionar esas propiedades o bien de forma directa, o bien a través de la cesión a terceros. Para ello, al frente de la Fundación Santa María Nai se situó como presidente al vicario ecónomo de la diócesis, José Rodríguez Gallego, que contó en su equipo con el vicario general, Xosé Estévez, y con un laico «de prestixio e coñecido», según anunció en su momento el Obispado en referencia al cardiólogo y exsenador Miguel Ángel Pérez de Juan, que más tarde fue cesado como presidente de Cáritas. La entidad se dividía en áreas de gestión, con Alberto Canal en la de comunicación, Javier Soto en la de obras y Simón Mandianes en la de compras. Sus cometidos dependen ahora directamente el Obispado. De hecho, según figura en el decreto publicado ayer en el Diario Oficial de Galicia, todos los bienes y derechos que correspondían a la fundación pasan ahora a la diócesis.

Causas

Los motivos de la disolución de esa entidad no fueron aclarados ayer por el Obispado, que argumentó que los trámites aún no han terminado. En todo caso, la entidad se acogió al artículo 44 de la ley de fundaciones de Galicia, que establece entre las causas de extinción de este tipo de entes la «imposibilidade de realización do fin fundacional».