Las sospechas de la Guardia Civil condujeron al hallazgo de las plantas y a más de doscientas balas de distinto calibre
20 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los desplazamientos por distintas zonas de la provincia de un hombre de 50 años, que buscaba en zonas rurales y aisladas granjas o viviendas desocupadas que estuvieran en venta o alquiler, llamaron la atención de la Guardia Civil. Lo sometieron a vigilancia y acabaron descubriendo que se dedicaba al cultivo de marihuana, por lo que el día 18 de septiembre del 2013 fue Javier S. I. formalmente detenido. Ayer llegó a juicio. Aceptó la propuesta de condena que le planteó la fiscalía, que le quedó en un año por un delito contra la salud pública por tenencia de sustancias estupefacientes de las que no causan grave daño a la salud, con seis meses más por depósito de munición, pues en el registro de un domicilio aparecieron 208 balas de distinto calibre en buen uso.
Aceptó el acusado, además, una multa de 5.000 euros.
En una primera finca aparecieron diecisiete plantas y cuatro bolsas con plantas macho en una finca. En casa de su madre, también en el municipio de Coles, aparecieron otras tres plantas y una lámpara halógena.
En la primera de las fincas había instalado el acusado cuatro tablas con clavos, ocultas bajo hojas y tierra, como elemento disuasorio ante eventuales entradas de terceras personas. Si pasaban, al estar los clavos hacia arriba, resultarían lesionados.