Borja Hernández, que actualmente vive junto a sus padres en Cenlle, es el único de los seis que optó a la compra de la vivienda. «Tengo una pareja y queríamos ir a vivir juntos. Debería haber más iniciativas como esta, porque hay demanda», dijo.
Los tres, junto a las familias de José Benito Rodríguez, Abraham Suárez y Francisco José Carrera disfrutan desde ayer de una nueva vida. «Hoxe entrégase algo máis que un teito ou unha vivenda; ábrense as portas a un fogar no que construír os recordos propios, nos que sentirse seguro e gozar dos e cos seus», subrayó la conselleira. Ánxeles Vázquez anunció, durante el acto de este miércoles, que la Xunta prevé la construcción de otras seis viviendas de protección, tres en Pontedeva y otras tantas en Oímbra. Estas serán de madera.