«La comarca de O Ribeiro tiene un gran potencial, y hay que ponerlo en valor»

Marta Vázquez Fernández
marta vázquez OURENSE / LA VOZ

CENLLE

Santi M. Amil

El proyecto ideado por Olga Penedo ha sido la mejor iniciativa emprendedora del 2017 de los empresarios jóvenes

27 dic 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

El turismo enfocado al mundo del vino puede tener mercado y además ser un revulsivo para el mundo rural. Es la propuesta que plantea el proyecto Gandarela, que ha conseguido este año el premio de la Agrupación de Jóvenes Empresarios de Ourense, AJE, a la mejor iniciativa emprendedora de la provincia. Detrás de Gandarela está Olga Penedo, una vecina de Toén de 35 años que tiene claro que el rural ourensano tiene un enorme potencial. Ella quiere explotarlo y ha empezado a dar los primeros pasos de un ambicioso proyecto que, si todo va bien, podría ver la luz en el 2019.

De momento, la emprendedora se ha hecho con una casa en ruinas y una finca de unos dos mil metros cuadrados de extensión en la aldea de Carballeda, en Cenlle, en la que no vive nadie desde hace casi un siglo. «Lo que quiero es que el negocio vaya más allá de un alojamiento tradicional rural», explica Olga, que tiene por delante una ardua tarea que tendrá como parte fundamental la rehabilitación de la antigua vivienda, que se hará «respetando su estructura original, integrándose elementos naturales como madera o puertas tradicionales de bodegas de la comarca de O Ribeiro; lo que quiero es crear ambientes cálidos y diferentes, que nos recuerden que estamos en un entorno completamente vitivinícola», explica la joven.

«Lo que pretendemos es ofertar experiencias diferentes relacionadas con el vino, como catas guiadas, visitas a antiguas bodegas, o masajes y baños de vinoterapia en un centro de estética que vamos a crear», explica la promotora de la iniciativa, que prevé además incluir una amplia oferta de turismo. «La intención es organizar rutas para dar a conocer el patrimonio cultural de Galicia, organizando visitas guiadas para, por ejemplo, mostrar la la cultura castrexa», asegura Olga, que reconoce que uno de sus lugares favoritos es el castro de San Cibrán de Lás. «Queremos poner en valor todo lo que ha marcado la historia de O Ribeiro, que quienes vengan a la casa puedan conocerlo», añade, adelantando que también se promoverán las rutas por Cenlle y se divulgará la oferta local, para que el visitante pueda conocer toda la zona, proponiendo un turismo activo.

Olga Penedo es técnico en estilismo y después de trabajar fuera durante algunos años, quiso seguir la estela del negocio familiar -una bodega-, así que estudió comercio internacional y técnico en viticultura. «Juntando esas tres profesiones salió este proyecto», dice.

Una comarca desconocida

Asegura que le gusta mucho viajar y que, cuando lo hace, disfruta conociendo pueblos y lugares pequeños. Además, cree que la comarca en la que vive se conoce poco, y ella se ha propuesto cambiar eso. «Quiero ofrecer la opción de que los visitantes conozcan mejor la comarca de O Ribeiro, hay que ponerla en valor», explica. La posibilidad de que, con su negocio, se pueda además dar un nuevo impulso al rural más despoblado es otra opción que la motiva. «Me da mucha pena todo lo que está pasando, Galicia tiene un potencial enorme y nosotros mismos no lo valoramos. Cada vez que viene un amigo a visitarme y lo llevo a un castro o a Ribadavia, o les hablo del vino, veo que les encanta», cuenta la joven.

Como muchos otros emprendedores, Olga reconoce que a la hora de poner en marcha un negocio, la burocracia es compleja. «Hay que insistir mucho y ponerle muchas ganas para no desistir, porque son muchos trámites, y siempre son largos». Cuenta, además, que espera poder optar a alguna subvención para afrontar los gastos de un proyecto en el que lleva ya casi un año inmersa. Lo primero fue buscar el terreno, algo que no estuvo tampoco exento de complicaciones, porque para delimitar la propiedad tuvo primero que buscar los «marcos» que la señalaban. Cosas del minifundio ourensano.