La receta para fusionar naturaleza y cosmética al cuidar la piel

Andrea Otero / R. N. P. OURENSE / LA VOZ

CELANOVA

Aida Fróiz elabora manualmente todos sus productos.
Aida Fróiz elabora manualmente todos sus productos. Cedida

Aida Fróiz creó Terra con un máximo compromiso con la sostenibilidad y la dinamización rural en Celanova

11 ago 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace más de diez años, tras sufrir problemas de piel por manipular cosméticos agresivos, Aida Fróiz decidió cambiar el rumbo de su vida. Estudió estética y trabajó como masajista, pero comenzó a buscar otros conocimientos al sufrir este percance. Se formó en medicina china, osteopatía y quiromasaje, pero fue la naturopatía la que le hizo comprender la importancia de lo natural. Al tener formación en cosmetología comenzó a hacer preparados con elementos naturales para cuidar su piel de manera menos agresiva. «Mis amigos y familiares fueron los primeros en probar los productos y como vimos que los resultados eran buenos decidí crear Terra», indica Aida. 

Cosmética Natural Terra es su negocio de cosméticos que emplea la naturaleza como aliada para cuidar la piel. Hace ya más de diez años Aida se mudó a O Val de Mourillós (Celanova) para poder crear su propia marca de cosméticos respetuosa con la piel y la naturaleza. «Vinimos al pueblo porque quería recolectar mis propias plantas para ofrecer un buen producto», afirma Aida. Ella misma se encarga de la recogida, el macerado y el preparado de las cremas y aceites que tiene a la venta. Se elaboran con materiales frescos y de temporada ya que, al pasar tiempo desde su recogida, pierden el principio activo. 

«Si no puedes comértelo, no debes ponértelo en la piel»

Sus cremas están elaboradas a partir de diversos aceites, todos vírgenes y ecológicos: de almendra, de oliva, de pipa de girasol, de romero, de manzanilla, de rosa de Bulgaria o de germen de trigo. Aida también emplea plantas, flores y otros productos naturales como pétalos de rosas, caléndula, mimosas, cera de abeja, llantén o manteca de cacao. La filosofía principal de Terra es «si no puedes comértelo, no debes ponértelo en la piel». Aida emplea materias primas bebibles o comestibles, por lo que no son perjudiciales para la salud. «Una crema, aunque no nos la comamos, la absorbemos a través de la piel», cuenta. 

Entre las ideas de futuro de Terra se encuentra la personalización de cremas al gusto del cliente, siempre con productos frescos de temporada. «Cada uno tiene sus gustos, principalmente de aromas, por lo que me gustaría poder ofrecer más variedad sin limitaciones», indica Aida. 

Un negocio que promueve la vida en el rural

Terra es un pequeño negocio que nace con la intención de promover la vida en el rural. Para Aida es importante que los habitantes de su pueblo tengan opciones locales para poder comprar sin necesidad de desplazarse a una ciudad o de hacerlo a través de Internet. «El futuro está en las pequeñas empresas que cuidan lo que ofrecen a los compradores», afirma. Por ello, siente pena cuando visualiza las casas abandonadas de O Val de Mourillós. «No tiene sentido que haya tanta creación en el mundo si no mantenemos lo que ya tenemos», cuenta. 

El negocio se encuadra en el Grupo de Desenvolvemento Rural Limia Arnoia, más concretamente en el Programa Leader, una iniciativa que gira sobre tres ejes fundamentales: la sostenibilidad, el aprovechamiento de los recursos naturales y la puesta en valor del territorio. La asociación realizó hace poco un balance sobre su el programa en el período 2017-2021. En este tiempo, el proyecto subvencionó en total catorce negocios liderados por mujeres como Aida, sumando entre todos un coste de 778.222,37 euros, de los cuales 383.901,91 euros estuvieron financiados por el GDR Limia-Arnoia. Algunos de ellos fueron Lumecú, de Mercedes Veites; O tempo do corpo, de Nuria Sotelo; Rir&Co, de Inés Rodríguez; o Pensión Porta Sacra, de Sara Martínez.