La Ramallosa al otro lado del Atlántico

CELANOVA

Imagen de la fiesta de la Ramallosa que hicieron los celanovenses en Estados Unidos
Imagen de la fiesta de la Ramallosa que hicieron los celanovenses en Estados Unidos Cedida

Patricia Miranda movilizó a varios ourensanos en el estado de Nueva York

08 ago 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Primer sábado de agosto. En un año normal, Celanova estaría toda la jornada esperando la llegada de la noche para festejar su querida Ramallosa. La animada procesión nocturna de los farolillos se tuvo que suspender, como tantas celebraciones masivas, por culpa del coronavirus. Pero allende el Atlántico revivió este año la Ramallosa con la fiesta que organizaron un grupo de animosos americanos oriundos de Celanova. Patricia Miranda, que reside en la localidad de Manhasset, en el estado de Nueva York, se puso en contacto a principios de julio con americanos que vienen, como ella, todos los años a Celanova. Juntos celebraron la Ramallosa, con pañoleta conmemorativa, faroles -incluso uno de gran tamaño representando la careta de La casa de papel - y procesión nocturna. «A las siete llegaron todos los invitados (40 pues el límite de reuniones por el covid-19 es allí de 50 personas) y a las diez de la noche hicimos la procesión. Salimos de mi casa, caminamos por dos bloques. Esa noche, además, no había luz, por casualidad, y nos tocó muy bien», relata. Fue una noche emocionante, sobre todo para los niños. Cada invitado llevó un plato gallego, y tras la cena, salieron en procesión; luego continuó la fiesta. «Hicimos música como si estuviéramos en el Galo o en el Fiadeiro (bares de Celanova)», expone. La Ramallosa permitió reunirse a este grupo de ourensanos afincados con sus familias desde hace años en Estados Unidos y que este año por la situación sanitaria no han podido viajar a Celanova. «La fiesta fue como un homenaje a Celanova de nuestra parte, pues todos la queremos mucho. Para mí, es un sitio especial», concluye Patricia Miranda.