La parroquia recordó el tercer aniversario de su muerte violenta en un acto religioso al que acudieron varias autoridades
11 mar 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Vilanova dos Infantes, la parroquia en la que sirvió Adolfo Enríquez como cura durante medio siglo hasta que fue asesinado hace tres años, no olvida. Sigue recordando la figura del sacerdote y así se demostró ayer en una misa de aniversario que llenó la iglesia parroquial de San Salvador. Al acto litúrgico se sumaron cargos del PP -el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Santalices, el subdelegado del Gobierno, Roberto Castro, el alcalde de Celanova, José Luis Ferro o el diputado provincial Pablo Pérez- religiosas -ofició la misa el obispo Leonardo Lemos- y policiales, con la presencia del teniente de la Guardia Civil del puesto de Celanova.
A todos ellos, y a los vecinos, agradeció en la propia iglesia al final de la misa el sobrino de la víctima, José Manuel Enríquez, quien volvió a ensalzar la labor investigadora de la Guardia Civil en este caso, archivado por el Juzgado de Celanova por falta de pruebas contra los dos detenidos. Enríquez apuntó que la familia ha respetado durante todo este tiempo las decisiones policiales y judiciales tomadas, incluso la del archivo provisional, aunque no la compartan. El sobrino señaló que esta pasada semana había sido «muy confusa». «La realidad no es tan grave. El archivo es un cauce procesal, no entendible o compartible pero que no cierra la investigación. La Guardia Civil no descansa», declaró el sobrino. No confirmó si van a recurrir el archivo ante la Audiencia, que tiene la última palabra sobre la decisión del Juzgado de Celanova.
El subdelegado del Gobierno señaló que la investigación no está cerrada y que se seguirá trabajando para «cerrar cosas pendientes». Castro se refirió a que siguen trabajando para encontrar la imagen de la virgen del Cristal -a cuya recuperación se refirió el obispo durante la misa- porque cree que su hallazgo estaría vinculado a resolver el crimen.