Solo el 1 % de las quejas que llegan al Valedor do Pobo son de Ourense

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

CELANOVA

miguel villar

Cuatro ayuntamientos fueron advertidos por no colaborar con la institución

16 oct 2016 . Actualizado a las 13:57 h.

¿Aplican los ourensanos el «mexan por nós e temos que dicir que chove» más que el resto de los gallegos? Si la respuesta sale del análisis frío de los datos de la institución del Valedor do Pobo, resulta que sí, que los ourensanos se quejan menos, bastante menos que los coruñeses o los pontevedreses. En el año 2015 Ourense aportó solo 243 protestas, lo que supone un 1,02 % de las que recibió la entidad en ese período. Solo Lugo se situó por debajo, con un 0,08 %, mientras que Pontevedra (50,99 %) y A Coruña (47,11 %) representan el grueso de las quejas tramitadas. Poner estos datos en relación a la población tampoco deja en mejor lugar a la provincia ourensana, con 7,63 quejas por cada 10.000 habitantes, muy lejos de las 127,20 de Pontevedra o las 98,78 de A Coruña, pero también por encima de las 6,04 de Lugo.

Un análisis más detallado de las estadísticas que ha hecho públicas la institución del Valedor do Pobo revela que el 99 % de las protestas les llegan desde el medio urbano. De los 39.058 reclamantes, solo 326 pertenecían a entornos rurales. Esta situación explica, en parte, la escasa cuota de quejas de los ourensanos a nivel autonómico.

Fuentes de la entidad explican, además, que durante el año 2015 recibieron numerosas reclamaciones en serie, es decir, muchas que llegaban de un mismo lugar para denunciar un mismo asunto. De hecho, el municipio del que más protestas salieron en ese ejercicio fue Lalín por la movilización ciudadana que provocó el proyecto de una línea de alta tensión cuyo trazado cruzaría un espacio natural. Solo por ese tema 11.183 ciudadanos presentaron queja.

Esa fue la reclamación en bloque más importante, pero hubo otras también muy numerosas como la del reflotamiento de un barco hundido en Corrubedo, por el incremento de profesorado de apoyo en un colegio de A Coruña, etcétera. Entre este tipo de estrategias conjuntas no aparece ninguna en referencia a la provincia de Ourense. Este tipo de movilizaciones incrementaron el número de reclamantes ante el Valedor do Pobo en un 63 % respecto al ejercicio anterior. Sin embargo, el número de asuntos tratados por la institución se redujo un 1 %.

Diputación y concellos

En la mayor parte de las ocasiones, los gallegos acuden al Valedor do Pobo cuando entienden que una determinada Administración ha actuado de modo injusto. En lo que respecta a las diputaciones, la de Ourense solo tuvo que hacer frente a una (desarrollada en esta misma página) de las 93 que se tramitaron en relación a las instituciones provinciales de la comunidad. Por concellos, al que más quejas se dirigieron fue al de la capital (11), seguido por Celanova, O Barco de Valdeorras y Viana do Bolo, todos ellos con dos.

En las memorias de la institución del Valedor do Pobo es habitual un apartado específico para detallar la falta de colaboración de las distintas entidades a las que, en el marco de sus investigaciones, reclama información. A los ayuntamientos O Carballiño y Maside tuvo que reiterarles su obligación de colaborar y las advertencias tuvieron que ser más «contundentes», según dicen, con la capital y Verín.

Una pareja ourensana forzó que las cartillas de salud infantil sean bilingües

Los asuntos que llegan a la institución del Valedor do Pobo desde la provincia son muy variados. Llama la atención el caso de una pareja que tuvo un hijo en el CHUO en junio del año pasado. Allí les entregaron la cartilla de salud del niño en gallego, pero ellos la querían en castellano y no las había. «Estos padres no tuvieron otro remedio que aceptar la cartilla en el único idioma disponible, pero no se resignan a no poder tenerla en su idioma materno que, además, es el idioma que transmitirán a su hijo», relata la queja, en la que intervino el colectivo Galicia Bilingüe. La recomendación del Valedor do Pobo fue que en adelante se editen las cartillas en ambos idiomas y que las que están exclusivamente gallegos se entreguen a aquellos padres que lo deseen hasta que se agoten. Según ha podido comprobar La Voz, las ediciones bilingües ya existen. Una queja similar se dirigió a la Diputación por los recibos en gallego de los tributos que recauda para determinados ayuntamientos. En este caso, la institución se comprometió a estudiar otro diseño para esos documentos.

La situación del centro especial de empleo de Aspanas-Termal, la falta de un pediatra en un centro de salud de Ourense o la limpieza en el entorno rural de la ciudad fueron otros de los asuntos tratados por la institución.