José Benito REza, que fue director xeral de Conservación da Natureza, recibe hoy el premio Ouro Azul de manos de O Bosque Máxico
19 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.La asociación O Bosque Máxico entrega hoy (desde las 18.30 horas) en el auditorio Ilduara de Celanova la quinta edición de su premio Ouro Azul, en un acto en el que también se entregarán los galardones de fotografía al más de centenar de personas que colaboraron enviando miles de imágenes al cuarto concurso de fotografía y dibujo organizado por este colectivo de A Baixa Limia y se expondrán los trabajos premiados el año pasado en este certamen. Se proyectará un documental y actuará la banda Os Rampeiros.
El premio Ouro Azul, que se concede con motivo del día del agua, recae en esta edición en el ingeniero de montes de Celanova José Benito Reza, como impulsor del parque natural del Xurés y de la declaración de la Reserva da Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés, además de por otros trabajos puestos en marcha cuando fue director general de Conservación da Natureza, como el Camino de San Rosendo o la recuperación del itinerario romano de la Vía Nova.
-El premio se le otorga también por su defensa de los ríos y ecosistemas acuáticos. ¿Se ha avanzado en su protección?
-Se avanzó bastante. Gracias a la inquietud de personas como yo, asociaciones y otros particulares se hizo un buen trabajo de concienciación y educación ambiental y se ha reconocido en la legislación de medio ambiente, que ha elevado el nivel de protección de las cuencas, los acuíferos y los ríos.
-¿Qué queda por hacer?
-Aún queda mucho por hacer respecto a la sensibilidad de la sociedad. El medio ambiente ahora no es la prioridad de la población, sino la economía, el paro, la crisis. Pero las personas sensibles y formadas tenemos que hacer un gran esfuerzo para que la sociedad sea consciente de los graves problemas que padecemos y por la protección del paisaje. Todos tenemos que poner nuestro granito de arena.
-¿La despoblación afecta al medio ambiente?
-Claro que es un problema. Por eso enfocamos la protección del paisaje no para crear una reserva espiritual sino para buscar salidas para la población con esos recursos naturales. La naturaleza y el paisaje son recursos para la población local en el Xurés; en lugares como los Cañones del Sil, que ya reciben miles de visitantes. Hay que trabajar mucho en ese sentido; luchar contra despoblación no es fácil, pero hay que sacar lo mejor de nosotros mismos y echar imaginación.