La Guardia Civil confía en resolver el crimen de Vilanova

Maite Rodríguez Vázquez
maite rodríguez OURENSE / LA VOZ

CELANOVA

Santi M. Amil

No hay plazos, pero el instituto armado tiene avanzada la investigación

13 oct 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

La Guardia Civil sigue dedicando recursos humanos y medios materiales a la resolución de las investigaciones que tiene pendientes en la provincia de Ourense. La tasa delictiva de la provincia es baja y la comparativa desde el día del Pilar de hace un año al celebrado ayer refleja una «ostensible mejora», según apuntó ayer el teniente coronel de la Comandancia de Ourense, Manuel Novo Colldefors.

Pero hay «asuntos de gran importancia» por resolver, según recordó el jefe de la Guardia Civil en su discurso institucional de ayer. Asuntos -como el crimen del párroco de Vilanova dos Infantes, Adolfo Enríquez, que cumple siete meses de investigación- y al que se siguen dedicando esfuerzos y que, en un plazo indeterminado, pueden dar resultados. Puede ser cuestión de uno o más meses, pero la Guardia Civil sigue sobre el caso y podría haber una resolución cercana.

El teniente coronel declaró ante los medios: «Es nuestro caso principal, le dedicamos todos nuestros esfuerzos y no se deja en ningún momento ni se descarta ninguna vía de investigación». No aclaró si -como dijo hace unos días el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva- se buscaron pistas de posibles autores en Portugal, o si los sospechosos se centran en un ámbito geográfico más cercano a la víctima. Novo Colldefors se remitió al secreto de sumario y a que quien dirige la investigación es la juez titular del Juzgado de Instrucción de Celanova.

El equipo de la Policía Judicial que se dedica al esclarecimiento de delitos contra las personas, compuesto por cinco agentes, sigue cada día sobre el crimen de Vilanova, aunque atendiendo también a los otros asuntos que van surgiendo. En el instituto armado se confía en la resolución de este homicidio, en el que se ha estrechado el círculo de posibles autores, como ya se hizo en otros sucesos similares ocurridos en la provincia como el crimen de Viana o el de Verín. A cargo del equipo judicial investigador que resolvió esas muertes violentas sigue el sargento que ahora se ocupa del homicidio de Vilanova y que ayer fue condecorado con la cruz de plata por un servicio extraordinario.

También en otras investigaciones de delitos contra el patrimonio, como robos de ganado en el campo, podría haber próximos resultados. «Se sigue muy de cerca», dijo el jefe de la Guardia Civil. Sobre la investigación de incendios forestales, Novo indicó que la actividad policial ayuda pero considera que no es la única solución para este fenómeno y son necesarias diferentes medidas.

La Guardia Civil se ha tenido que adaptar a cambios este año, tanto en normativas laborales como legislativas. No se prevén variaciones en una plantilla de unos 850 efectivos (incluyendo guardias de Tráfico). Sí se han incorporado mandos, como capitanes, un comandante y algún alférez.

Honores para agentes por servicios extraordinarios

El acto central de la festividad de la Virgen del Pilar, patrona de la Guardia Civil, se celebró en la Comandancia de Ourense, pero también los otros cuarteles de la provincia abrieron sus puertas. En el acto institucional estuvieron las autoridades políticas, policiales y judiciales, que asistieron a la puesta en escena castrense del instituto armado. A falta de que el Ministerio del Interior publique los datos de delitos del tercer trimestre, el jefe de la Guardia Civil en Ourense destacó: «Las estadísticas muestran una ostensible mejora de los resultados sobre el año anterior».

Como es habitual, se rindieron reconocimientos en forma de ingresos en la Orden del Mérito de la Guardia Civil. La cruz con distintivo blanco se le entregó a Demetrio Martínez, inspector jefe de la Policía Nacional, a Julio Jiménez, director del Instituto de Medicina Legal de Ourense y a los guardias civiles Manuel Cid, José Justo y Eladio Yáñez. Por su actuación en un servicio extraordinario se condecoró con la cruz de plata al sargento primero de la Policía Judicial, José Luis Ferreiro, y con distintivo blanco, al cabo primero César García y a los guardias civiles, Alfonso Prado, Aser Moreiro, Manuel Rojas, por sus investigaciones en el crimen del chófer de Verín o el fraude de seguros de coches del taller Santos.

Fue distinguido el guardia civil de Celanova José Miranda, por rescatar a una persona que se ahogaba en un río. Además, también fue recompensado el guardia civil Antonio Rial.