María Jesús Bóo y María Jesús Miranda apelan a la renovación tras perder uno de los tres ediles que tenían en el año 2011
08 jun 2015 . Actualizado a las 05:00 h.Los resultados del 24M en Celanova han provocado las primeras dimisiones. Incluso antes de que tomen posesión los nuevos concejales el 13 de junio, el PSOE anunció ayer la decisión de renunciar a sus cargos de las dos candidatas que encabezaban la lista y las únicas que consiguieron representación, después de que José Luis Ferro (Partido Popular) afianzara la mayoría absoluta tras un mandato convulso.
María Jesús Bóo y María Jesús Miranda trasladaron su decisión a la asamblea local y ayer la hicieron pública: «Tenemos claro que la renovación, ya acordada antes de las municipales y que en aquel momento no se pudo llevar a cabo por la imposibilidad de encontrar un número uno para la lista socialista, debe hacerse ahora, desde el minuto uno de la legislatura».
Sus puestos en la corporación celanovense que se constituirá el próximo sábado los ocuparán Marcial Lafuente Rodríguez (número 3) y Fabio González Álvarez número 5. «Harán un magnífico trabajo para el que contarán con nuestra lealtad y apoyo incondicional, al tiempo que manifestamos nuestra satisfacción por haber logrado una lista de gente capaz, con proyección de futuro para conseguir una mayoría social que nos permita el cambio de la vieja política en nuestro pueblo», indicaron a través de un comunicado las dos edilas que ya no tomarán posesión.
A la hora de hacer balance de su etapa al frente del PSOE en Celanova, Boo y Miranda indicaron: «Después de hacernos cargo del partido en el año 2011 en un momento de grandes dificultades en el que logramos revalidar los tres concejales, como en los mejores tiempos, ha llegado el momento de ceder el testigo. Durante este tiempo hicimos lo que teníamos que hacer y nuestro objetivo ha sido trabajar desinteresadamente para gobernar y modernizar este pueblo».
La subida del PP
La crisis en los socialistas de Celanova llega después de que en la cita con las urnas su fuerza política bajara de tres a dos concejales. El BNG se mantuvo como segunda fuerza con tres, mientras que el PP liderado por Ferro subió de siete a ocho.