Se pelearon por unas vacas que pastaban donde no debían en una explotación ganadera de Castro Caldelas y acaban los dos condenados
CASTRO CALDELAS
Uno golpeó al otro con su coche y este lanzó varias piedras contra el vehículo
16 jul 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Un incidente que tuvo lugar en la tarde del 28 de septiembre del 2020 en un explotación ganadera de Castro Caldelas acaba en condena. Los dos hombres que compartieron banquillo de acusados tras haberse denunciado el uno al otro, tendrán ahora que indemnizarse mutuamente y abonar a la justicia una multa. Eso sí, las cantidades serán casi simbólicas, no solo porque los perjuicios derivados del incidente fueron leves, sino también porque el caso tardó demasiado tiempo en tramitarse en el juzgado, y eso ha contado ahora a su favor.
En la vista ambos aportaron versiones distintas sobre lo ocurrido, pero lo que sí parece claro es que la trifulca se produjo por culpa de unas vacas que se metieron donde no debían. Así lo recoge la sentencia, que sitúa el origen de todo en que las reses de uno de los acusados habían estado comiendo rollos de hierba que el vecino tenía almacenados. Esto propició que el dueño de ese terreno acudiera al lugar y amenazara al hombre que regentaba las instalaciones con «pegarle dos tiros». Pero la causa no giraba sobre esas amenazas, ocurrieran o no. Unas horas después de ese primer altercado, el ganadero volvió a recibir una visita poco amistosa. El hijo del hombre que antes lo había intimidado se presentó en su coche y ambos discutieron.
La jueza ha tenido que trabajar sobre dos versiones «totalmente contrapuestas», si bien la declaración de varios testigos y los partes de lesiones y daños aportados a la causa han servido para arrojar algo de luz. La togada ve probado que el dueño del vehículo arrolló al otro implicado, y también ha encontrado pruebas de que este golpeó el todoterreno.
Pero los relatos de ambos no han quedado plenamente corroborados. Así, la jueza no ve probado que el propietario del coche pasara por encima del pie del otro, ya que se trataba de un todoterreno muy pesado que le hubiera causado una lesión grave. «A lo sumo, lo que cabe considerar es que el contacto que el vehículo tuvo con el hombre fue muy leve», señala la sentencia.
En cuanto al delito de daños que se le atribuía al dueño de las vacas, queda constatado. «Yo quería solucionar el problema, pero él estaba cada vez más agresivo, no paraba de discutir y me insultó hasta en catalán», dijo el dueño del turismo en el juicio, explicando que al irse el ganadero se fue hacia su coche, cogiendo unas piedras y golpeando con ellas el cristal. Los agentes confirmaron la existencia de esos daños materiales en el vehículo pero además, el propio aludido lo reconoció, aunque dijo que lo había hecho en legítima defensa. A la togada esa excusa no le parece justificada.
Así las cosas, el dueño del coche queda condenado por un delito leve de lesiones. Pagará a la justicia 150 euros y al perjudicado otros 156. Este, por su parte, afronta una condena por daños leves que le supondrá la misma multa. La indemnización, en su caso, se sitúa en 480 euros.