Castro Caldelas conserva en la aldea de Abeleda una vieja danza mexicana

La Voz O BARCO

CASTRO CALDELAS

La devoción por la Virgen de la Luz fue importada por un emigrante de la Ribeira Sacra

09 jul 2022 . Actualizado a las 16:49 h.

La pequeña aldea de Abeleda en Castro Caldelas celebra cada mes de agosto la fiesta en honor a la Virgen de la Luz. Su origen se achaca a un emigrante mexicano que se ofreció a la virgen en un momento de desesperación por la enfermedad de su hija. La muchacha mejoró, así que el hombre se trajo la devoción a su tierra. Y no solo copió la idea de la procesión, sino también la danza das cocas que acompañaba a la imagen en su recorrido. Un grupo de personas (en tiempos, solo hombres) van bailando junto a la virgen, marcando el ritmo con unos arcos con papeles de colores. La tradición se perdió en los años 50, víctima de una más de las prohibiciones de la dictadura de Franco. No se permitía que los danzantes salieran y las cocas gigantes que acompañan la procesión fueron enterradas en un pozo. Y condenada la tradición a desaparecer, en 1985 la danza das cocas fue recuperada con los datos aportados por Santos Rodicio, que había participado en la fiesta en varias ocasiones. De mantenerla viva cada mes de agosto se encarga la asociación Cocas e Danzantes de Santa Tecla.

La importante labor etnográfica del colectivo quiso ser reconocido por el movimiento Ultreya. Se trata de un recorrido ciclista que salió de Sevilla y rematará en Fisterra, dividido en nueve etapas. Cada una de ellas está dedicada a un proyecto social, en virtud del cual ayer la asociación recibió una donación de mil euros para su funcionamiento. Los danzantes agradecieron el gesto como mejor saben hacer, bailando. Lo hicieron acompañados de la música de la agrupación Castro Floxo.