Rechazo total a multar por no recoger los excrementos de vaca en el rural

David Cofán LALÍN / LA VOZ

CASTRELO DO VAL

miguel souto

Los municipios de la zona ven inviable ordenanzas como la aprobada en Castrelo do Val

26 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

La extravagante ordenanza municipal aprobada en el concello ourensano de Castrelo do Val, en la que se penalizaba con multas de hasta 1.500 euros a aquellas personas que no recogieran los excrementos de las vacas, no ha pasado desapercibida para los vecinos, políticos y ganaderos de las comarcas de Deza y Tabeirós. Especialmente en la dezana, donde el número de vacas y explotaciones ganaderas es muy elevado, esta decisión se ha visto como un ataque a las actividades económicas en el rural y un ejemplo de lo que no hacer para impulsar y desarrollar la vida en el campo.

El impacto que podría tener una ordenanza de estas características en las comarcas hace que ningún Concello haya planteado algo semejante y, ni mucho menos, aprobado. Para ejemplificar el efecto de una medida similar en la zona, hay que indicar el altísimo número de explotaciones, cabezas ganado y vacas en particular. Deza es la tercera comarca de Galicia con más vacas (42.107), la primera en número bovinos (73.809) y la segunda en cuanto a explotaciones ganaderas (2.105).

Si atendemos a los datos por municipios, hay cuatro concellos donde hay más vacas que personas. Estos son los casos de Rodeiro con 3,7 vacas por habitante; Dozón con 3,5; Agolada con 1,39 y Silleda con 1,18. Si nos centramos en el número total, Lalín cuenta con 15.012, Rodeiro con 8.947, Silleda con 7.454 y por encima de las tres mil el resto de municipios de esta comarca. En el caso de Tabeirós-Terra de Montes, el número desciende drásticamente. El lugar con más vacas es A Estrada con 3.501, seguida de Forcarei con 2.516 y Cerdedo-Cotobade con 1.184.

El caso de Rodeiro

En Rodeiro es donde los intereses de los ganaderos podrían quedar peor parados, puesto que como vimos antes, las cifras de bovinos son de las más altas de Galicia. El Concello no tiene ninguna ordenanza parecida ni se plantea introducirla. María Simón, concejala del municipio, señala que esta medida sería «incompatible coa vida rural e coa nosa dedicación económica».

Además, considera que la única motivación de esta ordenanza es «o afán recadatorio» y recuerda que «non é o mesmo recoller as deposicións dun can que dunha vaca».

Avelino Souto: «É unha aberración para a vida no rural»

La polémica ordenanza de Castrelo do Val tampoco no fue ajena para Avelino Souto, que además de ser concejal de Agricultura y coordinador de Medio Rural del PP gallego, es ganadero. Desde un primer momento se ha mostrado en contra de este tipo de medidas, señalando que son lesivas para el rural y sus actividades económicas. «Hai que favorecer a convivencia entre todos, pero tamén debemos protexer os elementos do noso rural. Castigando aos gandeiros non se vai a frear o paro ou o despoboamento», afirma.

En este sentido, Avelino pone el ejemplo ocurrido en Francia, donde el gobierno protegió el canto de los gallos reconociéndolo como patrimonio sensorial después de que se aprobasen ordenanzas prohibiéndolo en diferentes pueblos del país galo. «Habería que promover algo similar neste caso para protexer o mundo rural. Teño claro que haberá que plantexar en pouco tempo, e trasladarei o partido, que na lexislación se tomen diferentes medidas para salvagardar o rural e a nosa cultura», asegura.

El joven concejal no concibe que se pueda aprobar una ordenanza de este estilo, preguntándose cual sería el impacto en una zona con tantas explotaciones y cabezas de ganado. Defiende que esta decisión atenta contra «unha actividade económica que xera riqueza e da alimentos de moita calidade». Asimismo, reitera que el sector primario ya se encuentra en una situación difícil como para que «se lle diga aos gandeiros que limpen os camiños por onde pasan».

Por último, Souto considera que las personas que se trasladan del mundo urbano al rural deben tener en cuenta que estas circunstancias se pueden dar. «Se vas ao campo tes que saber o que hai. Sempre anduveron as vacas polos camiños. Por onde van a pasar senón? Levan toda a vida pasando polas aldeas e nunca ocorreu nada semellante», señala incrédulo.