El segundo relevo generacional en una alcaldía de la comarca de Verín (junto a la de Monterrei) se consolidó en la jornada electoral con el ascenso de Ana Villarino Pardo al sillón municipal. La hasta ahora teniente de alcalde de la corporación de Castrelo do Val coge el bastón de mando de una corporación presidida en las tres últimas décadas por su padre, el histórico regidor Alfonso Villarino. En la única corporación gallega en la que las portavoces de los tres grupos políticos municipales son mujeres, la contienda electoral ha venido marcada por una fuerte polémica, con denuncias incluidas, por la presencia en el cuerpo electoral local de más de 200 portugueses sobre los que pesa la sombra de la duda de su residencia real en el municipio ourensano. La portavoz y nueva edil nacionalista, Perfecta Losada, y su compañera socialista, Marta Arias, han asegurado que no tolerarán lo que consideran unos comicios marcados por la sospecha de supuestas irregularidades. Con todo, Villarino conserva sin problemas la mayoría de su progenitor y logra siete de los once ediles en juego, por tres del PSdeG y uno del BNG.