Una ráfaga de viento provocó la explosión de los fuegos de Castrelo de Miño

Cándida Andaluz Corujo
c. andaluz OURENSE / LA VOZ

CASTRELO DE MIÑO

Santi M. Amil

El riesgo extremo de incendios prohíbe que en zonas próximas a montes se lancen efectos pirotécnicos

18 ago 2017 . Actualizado a las 05:00 h.

Todo estaba perfectamente preparado. Pero un imprevisto ocasionó la explosión pirotécnica que el pasado miércoles alertó a las personas que estaban disfrutando en Castrelo de Miño de la procesión fluvial de San Roque. La empresa Josman, encargada de los fuegos de artificio, explicó ayer que seguramente todo fue debido a que una racha de viento desplazó varias chispas desde un cohete a punto de saltar al resto, que se encontraba apartado, pero apoyado sobre una pared. Un hecho que se saldó sin ningún herido, pero que ocasionó diferentes desperfectos en la piscina municipal.

El propietario de la empresa asegura que se pidieron los perceptivos permisos para la tirada de los fuegos. En estos casos, son los concellos los que deben dar o no a las comisiones de fiestas el visto bueno para poder incluir en los festejos este tipo de elementos. Y, por lo tanto, los máximos responsables en caso de que ocurra un incendio forestal. Y, seguidamente, dar comunicación al distrito de referencia, para evitar posibles problemas. Actualmente, y con el riesgo elevado de incendios forestales que marca el IRDI (Índice de risco diario de incendio forestal) que publica Medio Rural, está prohibido tirar fuegos de artificio en zonas sensibles. En lugares en los que haya montes cercanos, para evitar que cualquier chispa pueda ser el inicio de un incendio. Desde que comenzó el mes de agosto, toda la provincia se encuentra en riesgo. Pero no era el caso de Castrelo de Miño, ya que la tirada estaba prevista al lado del río.

La sequía y la situación en la que se encuentran los montes ha llevado a muchas comisiones de fiestas de Ourense a prescindir de los fuegos de artificio. El propietario de Josman asegura que se ha notado de forma especial este año, con un descenso de un 80 % en el número de festejos con los que colaboran. Una disminución que se ha producido de forma pualtaina durante los últimos años, debido a los cada vez más secos veranos. Y subraya que incluso se puede decir que en la actualidad su trabajo es mayor en temporadas de invierno que durante el verano.