Alrededor del vacío

tareixa taboada OURENSE

CARTELLE

Santi M. Amil

El sentido de lo abstracto y antropológico en la obra escultórica de Nito Contreras

31 mar 2023 . Actualizado a las 19:24 h.

«Todo lo sólido se desvanece en el aire». Marx.

El escultor de Cartelle, afincado en Roma y reconocido internacionalmente por su código plástico, plantea en su poética de vacíos y de silencios la reconstrucción de un paisaje insólito rehecho a través de fragmentos, acotaciones, segmentos. Un paisaje pretérito de carácter constructivo en base a trazados lineales, planos y volúmenes de severa iconografía que remite a su corazón atlántico de Nemeton o santuario de tradición celta y es gris en el aplomado granito del paisaje, que se corresponde ascético con el color del metal acerado y el extracto de antropología cultural de dólmenes y petroglifos que pueblan su catálogo de imágenes sorprendentes y creaciones únicas en las que experimenta a través de la línea, la materia, el volumen y la luz, los pilares sobre los que fundamenta la investigación plástica de Nito Contreras.

Una suerte de dibujar el volumen con luz, en plano-relieves infinitos tanto como el espacio que habita en sus vacíos. Un espacio anímico como un haiku, urbano en sus abstracciones y cicatrices que traslada a unas obras que atenúan el quejido de la forma no terminada ante la intensidad irrefrenable de la idea inmediata.

Creador de un expandido campo de Marte de paisajes tan fragmentados como imaginarios y una racionalización de las formas en laberintos de pintura y escultura que deforman y empañan una ficción con base de realidad, un fragmento de realidad incendiado por la creación que como Kafka provoca desconcierto y confusión en el espectador a través de su struttura pittorica-scultura dipinta que señala Andrea del Guercio en la atención al soporte y la importancia del dibujo para proponer una nueva escultura a través de la fusión de disciplinas. Volumen recortado entre los huecos del vacío. Armonías abstractas con sonido de palabra.

Texturas generadas por la suma de monocromías de los materiales ensamblados creando una polifonía de planos dominados por la pureza del hierro, cobre y latón, ejes de perspectiva infinita que acotan la reminiscencia de una paisaje pretérito y ancestral, un «espacio sacer», santuario panteísta de rugosidad y perfiles acerados, urbano y retrofuturista de brillos metálicos estimulantes que definen su dureza sobre la cera difusa y pálida de espirales fósiles. Caos y cosmos en su naturaleza material sin transiciones, la obra reafirma su identidad a través de múltiples canales cognitivos, extrañas cartografías orgánicas.

Constructivismo y Primitivismo y Expresionismo Abstracto, síntesis de un arte de vanguardia que reinventa el Abstracto Geométrico, la interactividad del espacio plástico y la preocupación por la forma interior, el estudio del volumen y el hueco en ritmos que estructuran na arquitectura en la que se introduce «el aire» como elemento añadido a su lenguaje de ritmos modulares.

En un proceso de desmaterialización de la escultura similar al de Oteiza, alcanzan la trans-estatua, una forma capaz de liberar energía en su apariencia más liviana.

Sensible como Fabro a una concepción humanista del arte, reinterpreta la tradición en la simbiosis de naturaleza y cultura a través de las tensiones y oposiciones de los materiales y en la inmediatez de la intuición. Utiliza materiales diversos: hierro, plomo, cobre, cera, lija…

Establece tensiones dinámicas dislocando las formas y dialogando con el vacío para revitalizar la forma interior como Jacobsen en una corriente fundamentalmente abstracta que evoluciona hacia una arte liberado de sentimentalismo o de cierta obsolescencia romántica, priorizando la estructura de un paisaje fragmentado en los trazados lineales, segmentos e intersecciones en el potencial estático o gravitacional. Fragmentos autosuficientes que componen una armonía perfecta, equilibrada y sinestésica, acentuando la naturaleza de los materiales, sus brillos metales, las diferencias de peso para escapar de la metáfora, rechazando lecturas superficiales, logrando una escultura autónoma que libera al arte de su lenguaje de una terminología imprecisa y estanca y transforma y libera nuestros paradigmas estéticos. Explorando las relaciones que se establecen entre sujeto y objeto, templando con la humanidad e intimidad que traslada a la obra la frialdad del metal. Una escultura sin la presión imitativa de lo concreto.

Un minimalismo humanizado de calado existencial, un vaciado del lenguaje en estructura. Un espacio negativo como el vacío tan inabarcable como ausente y con valor de distancia, tránsito y experiencia como en la obra de Serra.