Carballeda de Valdeorras usa la madera de los árboles quemados en verano para hacer adornos navideños

El pasado mes de julio un incendio iniciado en lo alto de las montañas de Carballeda de Valdeorras se descontroló por un cambio del viento y acabó arrasando 10.500 hectáreas, en el municipio y también en los vecinos de O Barco y Rubiá. Fueron varios los valdeorreses que perdieron sus casas y muchos más los que sufrieron daños en sus montes. Toneladas de madera ardida que desde el gobierno local quisieron transformar en un guiño a la esperanza y el futuro.

Con los árboles quemados por el fuego se dio forma a la decoración navideña que ha comenzado a instalarse en todo el territorio municipal. «Queremos llegar a todos los pueblos», avanza la alcaldesa, María del Carmen González. Son sobre todo papá noeles que decoran carreteras y otros espacios públicos, pero hay también un bosque de otoño con cerdos, búhos y conejos, ubicado junto a la estación de tren de Sobradelo.

González se confiesa emocionada por la buena acogida de la iniciativa. «La gente está muy contenta. Es un pequeño detalle, de una gran desgracia hicimos una ilusión», resalta. Las obras de arte en madera fueron realizada por los miembros de alas brigadas municipales, que dedicaron los días de lluvia a dar forma a la madera. Después fueron los alumnos del obradoiro de emprego los que se encargaron de pintar todas las figuras. Y el trabajo continúa. «Vamos a seguir haciéndolas de aquí a Navidad, porque donde han llegado la gente está encantada», remarca.

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