El coleccionista valdeorrés José Manuel González ha reunido más de un millar de cámaras fotográficas

María Doallo Freire
María Doallo OURENSE

CARBALLEDA DE VALDEORRAS

Santi M. Amil

Lleva toda la vida juntando antigüedades y está a punto de abrir su propio museo en Carballeda de Valdeorras

21 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Recuerda el valdeorrés José Manuel González (Casaio, 1961) que siendo solo un niño ya guardaba todo lo que se iba encontrando como un tesoro. «De rapaz, por exemplo, chamábanme moito a atención os cravos dos carros», dice. La cosa fue yendo a más año a año y ahora su colección de antigüedades es tal, que ha decidido comprarse un enorme almacén a la entrada de Sobradelo para convertirlo en museo de todas sus piezas. «Quero que sexa un lugar no que estea todo exposto, que a xente poida velo pero tamén desfrutalo. Disparar as cámaras, pór a funcionar os proxectores e ler libros do século pasado...», explica. Precisamente una de sus colecciones más personales es la de cámaras de fotos, que comenzó hace más de treinta años, y en la que ya ha conseguido reunir un millar de máquinas. «Sempre fun un apaixonado da fotografía en branco e negro. Penso que nesas instantáneas recóllense momentos importantes de vidas alleas», afirma José Manuel. «Creo que iso é unha das cousas que máis me motivou a coleccionar, buscar obxectos que me fagan sentir algo, mentres son consciente de que foron parte da historia de outras persoas», añade.

Radios, muebles, cabeceros de cama, móviles de primera generación, instrumentos musicales hechos a mano o cientos de botellas antiguas; José Manuel colecciona de todo. Objetos que trae a Carballeda de Valdeorras, desde distintos puntos del mundo. «Gústame intercambiar obxectos pero tamén os compro. Teño ido a centos de feiras e mercadillos», cuenta. Le encantan especialmente los de Portugal pero también va en busca de sus tesoros fuera de la península. El último viaje, antes de la pandemia, fue con su hija Miriam. «É unha gran restauradora, dáselle xenial arranxar calquera cousa. Recorremos Bélxica, Alemaña, Luxemburgo... e trouxemos moitísimas cousas», explica. Su hijo Nicolás también ha heredado la pasión por la fotografía y por las cámaras, aunque ahora es el jefe de cocina de Mesón Museo, el restaurante que abrió José Manuel en Sobradelo hace 20 años. «Alí temos expostas máquinas de fotos e ata teléfonos da Segunda Guerra Mundial», apunta. Tiene una cámara reloj de bolsillo: «Pénsase que era dun espía». Y también un mueble tallado por el que recibió una oferta de 35.000 euros. No lo vendió. «Eu non colecciono para ganar diñeiro. Para min todas estas pezas contan, significan algo, e o que quero é desfrutalas e achegalas aos demais», termina. Por eso espera tener listo su museo de antigüedades en Carballeda de Valdeorras para este verano. Habrá que esperar hasta entonces.