«La silicosis es una enfermedad muy vigente; por lo que es muy importante que el trabajador se proteja»

María Cobas Vázquez
María Cobas O BARCO

CARBALLEDA DE VALDEORRAS

CEDIDA

Coral González es médica especialista en el servicio de neumología del CHUO

21 feb 2020 . Actualizado a las 17:16 h.

Es una enfermedad vieja, porque hay casos documentados desde hace muchas décadas, pero no hay tratamiento ni cura. Falta todavía mucha investigación y aunque se avanza, los avances son lentor. Mientras, siguen diagnosticándose muchos casos cada año. En el 2018 en la provincia de Ourense fueron 96, la mayoría trabajadores del sector de la pizarra de Valdeorras.

«La silicosis es una enfermedad muy vigente, y además están apareciendo nuevas formas de exposición», explica Coral González, médico especialista del servicio de neumología del CHUO. Nombra entonces a los colocadores de encimeras de cuarzo en baños y cocinas (no hay casos diagnosticados en Ourense, pero sí en otros puntos de España) y también a los que trabajan con chorreo de arena (método que se usa para desgastar los pantalones vaqueros, por lo que afecta fundamentalmente a los empleados del textil en países asiáticos). Y no solo entran con fuerza en las estadísticas, es que además reflejan que en estos casos la enfermedad se desarrolla antes —en el caso de la pizarra los casos acelerados se constatan a los diez años de exposición diaria al polvo de sílice, único factor causante de la silicosis—.

La neumóloga insiste en la idea de la prevención. «Es importante que los trabajadores tomen conciencia y utilicen las medidas de prevención, las comunes que tiene que tener la empresa y las individuales», relata. Reconoce que entre los pacientes que llegan a la consulta de enfermedades pulmonares intersticiales del CHUO (entre las que está la silicosis, pero hay 150 más) hay cada vez mayor implicación con el autocuidado. «El uso de la mascarilla se generalizó, pero es que han pasado décadas», dice. Y es por eso que se siguen diagnosticando nuevos casos, cada año más. E insiste: «Es importante la concienciación sobre el problema, porque las formas más graves de fibrosis masiva progresiva afectan a la calidad de vida del paciente, e incluso a su supervivencia».