Las farmacias del rural alivian la demanda de vacunas de meningitis B

CARBALLEDA DE AVIA
Algunos padres se apuntan en las listas de espera de varios establecimientos
15 mar 2016 . Actualizado a las 05:00 h.A cuentagotas. De esta manera se reciben en Ourense las vacunas contra la meningitis B. Por eso, la mayor parte de las farmacias ourensanas cuenta con largas listas de espera -en algunos casos de 300 personas- para conseguirlas. Detrás de ellas y del interés de los padres por conseguirla se encuentra un laboratorio que dice no dar abasto y que necesita reestructurar su producción y una alarma social que, según la mayoría de los farmacéuticos, dejará de serlo cuando se normalice su distribución.
Desde el inicio de la venta de la vacuna en Galicia, las peregrinaciones de los padres para conseguirla han tomado una vertiente distinta. Los que antes acudían a Portugal, ahora se acercan a las farmacias de las pequeñas localidades de la provincia, esperando contar cuanto antes con la vacuna. Por eso, cuando se habla de largas listas de espera, hay que tener en cuenta que existen personas apuntadas en diferentes farmacias, para conseguirla cuanto antes. Vicente Álvarez es el presidente de los farmacéuticos ourensanos. Consciente de la situación, cree que será cuestión de meses. «Es difícil saber cómo están las listas de esperas. En tiempo no se puede contar, porque no sabes cuántas vas a tener. Están llegando una a la semana o cada 15 días. Eso es lo que tenemos y con lo que contamos. Lo que pasa es que se espera que esté a punto de solucionarse el problema», afirma. Vázquez explica que el laboratorio encargado de hacer la vacuna no contaba con la demanda española y que se prevé que en un par de meses se amplíen de forma gradual la llegada a las farmacias de la vacuna.
El reparto que se hace tampoco está claro. Se cree que el número de dosis no tiene que ver con la cantidad de población en donde se ubique el establecimiento. Que todas las reciben al mismo ritmo. «En principio se está actuando de forma bastante justa respecto a cada farmacia, pero no sé cuáles son los criterios de la distribución. A nadie que conozca le llega más que una dosis cada vez. Pero también hay que decir que las lista de espera son ficticias, porque hay muchas personas que están en varias. No es un dato real. Simplemente son las anotaciones que hacen los farmacéuticos. Cada uno como buenamente puede va anotado por orden a la gente. Como no se ha planificado todo el asunto de la meningitis B somos los farmacéuticos los que día a día vamos cogiendo y poniendo algo de orden», relata el presidente del colectivo. Por eso, otro de los perjudicados son ellos. «Los farmacéuticos lo tenemos que vivir con más paciencia que nadie. Al final sobre nosotros recae toda la presión. Queremos que todos nuestros pacientes tengan su servicio y el medicamento que les prescribe su medico, que es nuestra razón de ser y nuestra obligación. Los compañeros están muy disgustados con lo que ocurre. El farmacéutico es el que al fin y al cabo da la cara», dice.
Vicente Álvarez tiene una farmacia en Viana do Bolo y ve como muchas personas de otras localidades ourensanas llaman semanalmente a su establecimiento para saber si hay vacunas. Y cree que la preocupación en la capital es mayor que en el resto de la provincia. «Se puede entender que nos asustemos por estas cosas, pero la gente en los pueblos es más tranquila. La idea de contagio hace que la alarma sea más exagerada en la ciudad. Pero no es para estar preocupados ni alarmados. La vacuna va a llegar y no va a tardar mucho», tranquiliza.
«Hay gente de otras localidades cercanas y conocidos que nos preguntan»
En la farmacia de Carballeda de Avia llegan peticiones de toda la provincia. Así ocurre en el resto de establecimientos rurales. «Los padres se sienten desprotegidos y busca en todas partes. Hay gente de localidades cercanas y conocidos que nos preguntan» afirma Milia, de Carballeda de Avia. Recuerda, además, que es una vacuna preventiva, por lo que no es necesario ponerla de inmediato, sino que se puede esperar. Apunta directamente a los laboratorios al preguntarse el por qué del retraso en el suministro.
«Solo han tenido suerte los primeros, el resto tendrá que esperar a que lleguen»
La capital ourensana es en donde las listas de espera para conseguir las vacunas de la meningitis B son más abultadas. «Hasta que se regule no habrá establecimiento que tenga. Solo han tenido suerte los primeros, el resto tendrá que esperar a que lleguen», dice José Antonio Bouzo, con una farmacia al lado del hospital ourensano. Cree que no será hasta finales de año cuando su venta se normalice, pero también subraya que no se puede hablar de alarma social. «Hasta que no ha habido desabastecimiento, no ha llegado la alarma. Las autoridades sanitarias tienen vacunas para un caso grave», dice. Entiende que los padres, ante la duda, opten por poner la vacuna. «No en vano son los responsables de la salud de sus hijos», dice. Otro farmacéutico de la capital afirma que lo que no es normal es que se permita la compra y no se abastezca a las farmacias.